Fernando Higueras fue el más destacado arquitecto de la conocida promoción de 1959 de la Universidad de Madrid. Esta promoción puede ser considerada la Tercera Generación Española en el sentido que Philip Drew otorgó a esta expresión. Asimismo, era un artista completo relacionado con las vanguardias que desarrollaron la abstracción en España a finales de los años cincuenta. No sólo era un conocedor de del ambiente artístico prevalente en ese momento, sino que formaba parte de él como un miembro con derecho propio. Ganó múltiples premios en los concursos de mayor renombre en España, compitiendo con artistas que poco después cobraron un gran renombre. Además de pintor, fue un notable fotógrafo y un admirado guitarrista, un pupilo de Andrés Segovia. En resumen, puede decirse que era un artista completo con cualidades para todas las artes.

No obstante, cuando terminó sus estudios en la universidad, decidió concentrarse exclusivamente en la arquitectura aplicando sus ideas artísticas en su trabajo. Tuvo un fulgurante comienzo convirtiéndose en una figura a seguir desde el principio. Pronto llegó a ser considerado un eminente arquitecto, reconocido primero nacional y luego internacionalmente. Desarrolló una aproximación antiacadémica a la arquitectura. Su trabajo evolucionó a través de diferentes periodos sin perder en ningún momento la idea de continuidad que caracterizó su obra. En contra de las modas, mantuvo una encomiable posición ética que tenía que ver con el cuidado de la ecología.

En el momento cumbre de su carrera participó en 1969 en el Concurso Internacional Restringido de un Edificio Multidisciplinar en Montecarlo, en el cual Archigram y Frei Otto fueron sus rivales. Ese mismo año, el Museo de Arte Moderno de Nueva York le solicitó la maqueta del Proyecto de Urbanización de Playa Blanca. Además, fue el primer arquitecto español que publicó en Tokio con el editor Yukio Futagawa. De los aproximadamente cien proyectos que desarrolló, sesenta y dos fueron publicados. Sin embargo, después de la crisis de los setenta, su recuerdo se desvaneció.

Con la intención de solventar esta ausencia de reconocimiento, esta tesis doctoral pretende recuperar su debido lugar en la historia de la arquitectura a través de un análisis crítico temático de su obra. Conducente a contextualizarla, el análisis explora diferentes estrategias proyectuales relacionando cada tema propuesto con un estudio del caso. Está organizada en tres capítulos que tratan sobre la herencia de lo moderno, la mirada al pasado y las cuestiones de la época. Esta aproximación contextual tiene el objetivo de relacionar a Fernando Higueras con la heterogénea Tercera Generación, situando su figura y su obra en el lugar en el que se merece. Además, aprendiendo del estudio de estas estrategias y sus consecuentes valores, esta tesis pretende aprender maestría de un maestro con el fin de aplicarla en la docencia universitaria o en cualquier otro lugar.

Fernando Higueras was the outstanding architect of the well-known 1959 graduating class in architecture at MadridUniversity. This class has been described as the Spanish Third Generation in the Philip Drew sense. Furthermore, he was a complete artist related to the avant-garde who developed Spanish Abstraction at the end of the 50s. He was not only a connoisseur of the artistic world prevalent at that time, but also a full, constructive member of it. He won many awards at the most renowned competitions in Spain, competing with young artists who subsequently earned renown. Apart from painting, he was also a notable photographer and a remarkable guitarist, a pupil of Andrés Segovia. All in all, it can be said that he was a complete artist with attributes in all of the arts.

However, when he completed his studies at university he decided to focus on architecture and turn his artistic ideas into his work. He made a stunning start to his career and became a figure to be followed from the very outset. He soon grew into an eminent architect, renowned first nationally and then internationally. He practiced an anti-academic approach to architecture. His work evolved through different periods but never lost the continuity that characterized it. Against fashions, he developed a valuable ethical position that was concerned with the care of the environment.

At the peak of his career he took part in the 1969 restricted international competition for a multidisciplinary building in Monte Carlo, where Archigram and Frei Otto were the other contenders. That same year, the Museum of Modern Art in New York asked for the scale model of his Playa Blanca Development Project. Moreover, he was the first Spanish architect to be published in Tokyo by Yukio Futagawa’s publishing house. Of the approximately one hundred projects that he carried out, sixty-two were published. However, after the crisis of the seventies he was almost forgotten, and certainly not recognized to the extent that he deserved.

Seeking to make up for that lack of recognition, this PhD aims to return him to his due place in architectural history through a critical, thematic analysis of his work. With a view to contextualizing that work, the analysis explores different project strategies, relating each proposed theme to a case study. It is organized in three chapters that deal with the legacy of modernity, the relationship with the past and the matters of that present time. This contextual approach is taken in order to link Fernando Higueras with the heterogeneous Third Generation, situating his figure and his work where it deserves to be. Moreover, learning from the study of his strategies and their consequent values, this PhD is intended to as a way of learning mastery from a master in order to apply it in university teaching and elsewhere.