CONCURSO DE PROYECTOS CON INTERVENCIÓN DE JURADO PARA EL DISEÑO Y LA EJECUCIÓN DE UN EDIFICIO “CERO” PARA OFICINAS EN LA SEDE DE KÖMMERLING EN CAMARMA DE ESTERUELAS, MADRID
El proyecto surge del entendimiento de la génesis del edificio contemporáneo como un sistema que nace de la suma de una serie de condiciones contemporáneas. Así, partiendo de un paquete inicial programático, basado en las superficies y localización óptimas de las diferentes áreas que componen el edificio en su funcionalidad; el edificio se ve condicionado por la búsqueda de las orientaciones necesarias para cubrir las necesidades de luz natural y ganancias térmicas por radiación solar; y a su vez, los límites urbanísticos de la parcela. Por tanto, la geometría del edificio resultante es todo menos azarosa. Estructura, construcción y programa al servicio del habitar.
Las necesidades de acceso a diferentes puntos del programa, los flujos de circulación, y las diferentes visuales que se crean al recorrer el edificio, entendido como pabellón, resultan en un juego de luces y sombras; muros opacos, que se cierran al norte, para evitar cualquier tipo de pérdida energética, y paramentos acristalados que se abren a las fachadas más radiadas, aprovechando la energía solar.
De la misma forma que los paramentos verticales son condicionados por los flujos de circulación, la trayectoria solar, y las visuales; las cubiertas se inclinan según las necesidades de aprovechamiento de la radiación solar y del agua de lluvia.
Entendido el edificio como un sistema productivo más, dentro de un microclima del que depende y el cual depende de él, se extiende éste hacia las zonas exteriores para desdibujar los límites interior-exterior.
La posibilidad del edificio de adaptarse a las necesidades futuras y crecer, como resultado del crecimiento de la empresa, es el último condicionante formal que se aplica, lo que se resuelve dividiendo el edificio en diferentes volúmenes (hexágonos), y dándoles la capacidad de funcionar de forma independiente a nivel energético.