El Laboratorio de Participación Ciudadana en Hernán-Pérez ha sido un proyecto piloto para investigar y experimentar distintas fórmulas que posibiliten la transformación de las maneras de hacer ciudad (y pueblos) que han predominado de manera general en el último siglo, es decir, basadas en un perfil unitario de ciudadano.

El proyecto se centra en un ámbito rural y periférico, tratando de trasladar y adaptar conceptos que en contextos urbanos empiezan a estar más normalizados, a zonas alejadas de los grandes núcleos. 

En este caso, el objetivo ha sido implicar a la población de un contexto rural como es Sierra de Gata (Extremadura) en las decisiones urbanísticas que conforman su entorno reformulando la relación de la ciudadanía con los espacios urbanos que ésta habita. Desarrollando el proceso desde la acción práctica, lúdica e integradora, el proyecto busca alcanzar objetivos y generar cambios enmarcados en tres escalas; la territorial, la local y la personal.

La territorial porque atendemos a una necesidad que va más allá de la propia localidad en la que se trabaja, generando contenido que puede ser adaptado a otros contextos de características similares.
La local por ser el caso de estudio el propio pueblo de Hernán-Pérez y por tanto, parte importante de los resultados es responder a las necesidades concretas del mismo.
La personal se refiere a cambios que se producen a nivel individual en las personas que participan del proceso y que tienen que ver con la forma de mirar su propio entorno. Se activa una mirada nueva y crítica como resultado del trabajo de análisis colectivo.

El proyecto se ha desarrollado en dos etapas; Mejorando la Madriguera (2017) y Construyendo la Madriguera (2018); haciendo referencia a través del nombre al hábitat de los conejos, como un guiño al gentilicio popular de las habitantes de Hernán-Pérez: los y las conejeras.  En ambas etapas, detalladas continuación, la participación y la implicación de las vecinas y vecinos de Hernán-Pérez en el proyecto, superó cualquier expectativa y, permitió que el proceso fuese mutando y enriqueciéndose en su recorrido.

Mejorando la Madriguera (Diagnóstico Urbano Participativo)

La primera etapa del proyecto (en origen la única a desarrollar) se trata de un Diagnóstico Urbano Participativo que tiene como fin analizar el espacio público de manera colectiva, detectando situaciones problemáticas del presente para poder proponer soluciones que las mejoren en el futuro. Las afecciones detectadas entre la ciudadanía y el equipo técnico, dan como resultado unas Directrices de Intervención Urbana que pretenden ser un instrumento de gestión urbana que define en qué aspectos se debe intervenir para tratar de evitar costosas actuaciones que no sean necesarias. Estas directrices se recogen en en el siguiente documento:

https://issuu.com/canicca/docs/labhepe_directrices

El proceso de diagnótico dura aproximadamente un año, desarrollándose la etapa abierta a la ciudadanía en diez sesiones llevadas a cabo durante los meses de agosto y septiembre de 2017. Estas  jornadas se plantean como encuentros para la reflexión colectiva y la transformación de la mirada individual y colectiva, sobre distintos campos que afectan a la configuración del espacio urbano. Todas las sesiones se estructuran desde lo lúdico, orientándose algunas a distintos perfiles (mujeres, personas mayores e infancia) pero permitiendo la integración de todas las personas. Este proceso se recoge en el siguiente Catalogo de Experiencias que pretende ser una orientación o guía para procesos de características similares.

https://issuu.com/canicca/docs/labhepe_cata_logo_de_experiencias

Durante la sucesión de estas enriquecedoras sesiones, además de alcanzar los objetivos tanto a nivel analítico o técnico como en lo referido a la participación, surgieron lo que llamamos como sorpresas: acciones surgidas de manera espontánea por iniciativa de las ciudadanas fuera del programa del laboratorio pero motivado por el mismo, y que interpretamos como el resultado de la apropiación progresiva del proceso y del espacio de participación (La Madriguera). Estas sorpresas dieron pie a probar todo tipo de especialidades gastronómicas locales, construir elementos temporales para mejorar el el espacio físico del Laboratorio de Participación (La Madrigera) e incluso crear un nueva fiesta relacionada una tradición perdida para reactivar un espacio en progresivo desuso...

Construyendo la Madriguera (Intervención en el espacio público)

Un año después del proceso participativo y de la redacción de las Directrices de Intervención Urbana, el ayuntamiento consigue medios para implementar un proyecto táctico basado en las directrices creadas en la fase previa. El objetivo es activar un espacio en desuso para dar servicio a un conjunto de equipamientos públicos; la residencia de ancianos, el colegio y la biblioteca. Este espacio en desuso es la propia Madriguera, espacio seleccionado estratégicamente y en el que un año antes se desarrolló el laboratorio de participación ciudadana, siendo por algún tiempo un espacio vivo.

Bajo la misma filosofía que acompañó “la mejora de la Madriguera”, en esta ocasión, la población de Hernán-Pérez Construye la Madriguera. Con este fin, se organizan unas jornadas de co-diseño y construcción colectiva que dan como resultado una plaza con elementos autoconstruídos que mostrará la capacidad de la colaboración para transformar el entorno urbano, además de fortalecer la relación positiva con ese espacio.