La propuesta Wombat entiende el proyecto para las nuevas oficinas de la empresa Kömmerling como la oportunidad de crear un espacio que mejore la calidad de vida de sus trabajadores, a la vez que es sensible al contexto en el que se encuentra. Esto supone, por un lado, la integración de estrategias climáticas como parte fundamental del proceso de diseño y, por otro, el entendimiento del contexto cultural y físico, que hace que se tenga en cuenta la imagen que se proyecta de la empresa a través del proyecto y la actuación en los alrededores del proyecto.

La estrategia según la cual nace el proyecto parte de un esquema de oficina lineal y común que se fragmenta en tres volúmenes atendiendo al programa. Estos tres volúmenes se rotan buscando la mejor orientación y posteriormente se entierran, comunicándose entre ellos bajo tierra. Esta estrategia se aprovecha climáticamente del terreno.

La escala del volumen total se fragmenta en el exterior, donde se aprecian tres piezas que se mantienen independientes. Ello crea un espacio común de trabajo en el nivel de subsuelo pero en el que se diferencian tres espacios de mayor altura para el trabajo principal, dos espacios de transición, y una pastilla de servicios, que surge opaca y adherida al espacio común en la zona norte. Estos tres espacios principales de trabajo mantienen una crujía de doce metros variando en su longitud según el programa que acogen.

Para facilitar la entrada de luz y distribuir el espacio, una serie de patios se intersectan con los espacios de trabajo y crean una relación intensa entre el interior y el exterior.

Por último, cabe destacar la presencia de estos tres volúmenes en el exterior, que se muestran semiopacos hacia la carretera y que son coronados con una cubierta vegetal que evidencia la presencia de un proyecto único en el polígono.