Icono urbano

Separar el edificio

El Meistersingerhalle es un edificio de gran belleza pero con una clara vocación de discreción en su altura y en su posición escondida entre los árboles del parque. Esto nos hace pensar que la mimetización no es una respuesta adecuada para la finalidad última de lo que creemos debe ser la Neue Konzerthalle: no es una mera prolongación sino es un edificio con personalidad propia.

El grado de protección patrimonial del MSH y los posibles conflictos de coexistencia entre lo antiguo y lo nuevo nos hizo apostar por la separación volumétrica entre los dos cuerpos, resolviendo la conexión por el subsuelo. 

Con la voluntad de generar una arquitectura atractiva, la Neue konzerthalle crece en altura (sobresaliendo entre los árboles) y se aproxima hacia la esquina alineándose a las dos calles principales. Esto la convierte en un edificio visible desde lo lejos. Anuncia la entrada al parque de Luitpoldhain y al centro musical.

Ágora publica

Levantar la sala

La decisión de levantar la sala principal y la Kleinesalle permite liberar la planta baja para convertirla en un gran espacio de encuentro social, diáfano, permeable y adaptable. Entendemos el hall como la continuidad del parque. La piel del edificio, transparente y de cristal permite una relación visual total interior-exterior. Para acentuar esta sensación el pavimento del hall y el de los nuevos exteriores es el mismo.

La posición y la claridad diáfana de este hall podrá convertirlo en la entrada principal de todo el conjunto (Neue Koncerthall + MSH).

En esta gran plaza cubierta se encuentran los mostradores de tiquetería, las guardarropías y las comunicaciones verticales en las tres esquinas.  En medio, la comunicación entre la Nueve Koncerthalle y el MSH, un paso subterráneo sutil que convierte los dos edificios en uno solo. Este descubrimiento es sorprendente para el visitante y genera una promenade entre lo contemporáneo y lo histórico.

Promenade espiral

Elevar al público, ver la ciudad

En contraste a la horizontalidad de los recorridos en el histórico MSH, la Neue Konzerthalle se recorre no solo en horizontal (en el gran hall) sino también en vertical a través de unas grandes espirales de ascensión que giran, totalmente inundadas de luz natural, entre el paisaje y la sala.

Este recorrido es una promenade que aporta dinamismo y riqueza espacial. Miradas cruzadas, vistas a la ciudad, sensación de colectividad en la ascensión…

La rampa de acceso principal a la Neue Konzerthalle, enfocada al cruce entre las dos calles principales, culmina en un mirador a la ciudad que conecta el nuevo edificio no solo con el MSH y el parque sino también con todo Nuremberg.

Caja musical

Escuchar música

La sala de música es el corazón del nuevo edificio.  Un núcleo sólido y opaco “suspendido” en medio de la ligereza y transparencia de su carcasa exterior. Esta dualidad entre el interior y el exterior no solo es la base formal del proyecto, sino que expresa también la tensión entre los dos momentos de una sala de música: lo social (relación entre todos) y lo íntimo (relación individuo – música).

Para acentuar esta sensación de inmersión en la música apostamos por una sala de color azul intenso con ribetes dorados.