Edén. Una exposición de 24 artistas emergente en la Casa de Campo que tuvo lugar el primer fin de semana en el que, después del encierro debido a la pandemia, tuvimos la libertad de volver a nuestros parques.
Queríamos volver al Parque a disfrutar del sol, olvidándonos por un momento de existir y disfrutando de la belleza. Deseábamos celebrar la vida y el reencuentro con la naturaleza, pues queríamos reconciliarnos con ella. Nos propusimos encontrar juntos la dicha en este nuevo despertar que se aproxima como un horizonte nuevo, en el que todo vuelve a ser posible. Queríamos escucharnos, vernos, disfrutarnos. Casa de Campo, con su imponente vastedad, nos abrazó a todas y todos.
En nuestras conversaciones de estos meses nos imaginábamos constantemente cómo sería volver a vernos, fantaseábamos con el día que llegase ese renacer. Nos propusimos quedar en Casa de Campo al amanecer y pasar el día juntos, paseando y riendo.
Lo doméstico se transforma ahora en la domesticidad del exterior, quizá el pic-nic Goyesco, al aire libre sea la mejor manera de quedar para merendar. Dentro del parque elegimos rincones especiales en los que hacer, o no hacer... A través de un mapa de Google Maps, el visitante tenía que encontrar las acciones y artistas escondidas por el parque.
Edén se ha convertido para nosotros en uno de los proyectos más especiales que hayamos hecho nunca. Edén es urbanismo, ciudad, paisaje y arte. Edén nace casi de una forma espontánea, y con la necesidad de buscar un rayo de luz frente a la oscura y frágil situación que vivimos. Ya nada parece lo que era y no se sabe cómo será. El hacer colectivo se reconcilia con la naturaleza y la experiencia de visitar un parque se resignifica a través la espontaneidad y el arte.
Edén lo concebimos como proyecto de arquitectura contemporánea pues entiende y reacciona ante lo que sucede en la sociedad y donde la ciudad es la protagonista de nuevo.