Este salón se sitúa en una antigua dependencia abierta de una vivienda, en el cual se plantea un nuevo uso como salón - cenador, que pueda estar abierto y cerrado según la época del año.
La envolvente se esconde totalmente mediante puertas correderas de madera que se alojan en el interior de los muros.
El interior está presidido por una lareira, una laja de hormigón sobre la que se sitúa la chimenea, diseñada expresamente para este local.
Se trata de una reforma del espacio abierto anexo a una vivienda. La idea de acondicionarlo y crear un salón para todo el año no impide poder disfrutar del espacio abierto en verano.
Por ello, se emplean grandes carpinterías correderas que se ocultan y dejan el espacio totalmente abierto. Como elementos fijos aparecen un banco de hormigón, sobre el que se hace el fuego, manteniendo un nivel continuo con los bancos laterales. Los dos usos requeridos, salón y comedor, son posibles gracias a la lámpara Bimba y la mesa Y.