La cocina es un espacio de la vivienda que, a lo largo del tiempo, ha ido cambiando en función de los avances sociales y tecnológicos. Antiguamente, era la parte más social de la casa, en la que incluso se dormía al suponer una fuente de calor durante los meses más fríos. Pero también ha sido un mero espacio servidor: una habitación superfuncional e independiente para que los olores no circularan por el resto de la casa. Esta voluntad higienista aún caracteriza muchas de las viviendas actuales, pese a que las tendencias sociales apuntan a la necesidad de devolver a la cocina el aspecto social y polivalente de antaño. Hoy en día hay un auge por la afición a la cocina, pero paradójicamente también por la comida a domicilio y el comer fuera de casa. Pero tanto el aficionado a cocinar como el que le dedica el tiempo mínimo tienen en común la necesidad de abrir la cocina a otras actividades.
Tomando como punto de partida este antagonismo, Cierto Estudio ha proyectado para este ejercicio de exploración, impulsado por Finsa en el contexto de Escenarios de un Futuro Cercano, una solución intermedia que da respuesta a ambas realidades, abordando el potencial de la cocina para ser más flexible. Big Bang Kitchen es una propuesta que busca aportar una mayor versatilidad, definiendo la cocina como piezas de mobiliario y no como una habitación, superando la arquetípica zonificación.
Por otro lado, la propuesta se trabajó desde una estética ambigua, que no la identifica a primera vista con una cocina, combinando dos gamas de azules del catálogo de Finsa: el Azul Talco Balm y el Azul Ceylan Technical Matt. Asimismo, se escogieron unos electrodomésticos con capacidad de mimetizarse, de la firma italiana Foster. Big Bang Kitchen consigue así dar respuesta tanto a quienes buscan una cocina con altas prestaciones, que sea el corazón de la casa, como a aquellos que solo necesitan una kitchenette, prefiriendo un equipamiento con menos protagonismo como cocina y más funcionalidades extra.
Fabricados por la asociación española de mobiliario de cocina AMC, Big Bang Kitchen cuenta con tres tipos de elementos: una gran mesa, como elemento protagonista y catalizador de actividad; unos tótems fijos a modo de columnas escultóricas, para almacenaje y determinados electrodomésticos que dependen de instalaciones; y unos módulos bajos móviles, con diversas funciones y fácilmente reubicables. La mesa con forma de ameba está compuesta por fragmentos que pueden explosionar o arrejuntarse (de ahí, el nombre Big Bang), diseñados para se puedan obtener combinaciones que aporten múltiples funciones. Esto permite plantear diferentes escenarios, que incluyan cocinado o no: desde una zona de estudio a un rincón de lectura o distintas distribuciones según el tipo de reunión social. Su formato también permite que se puedan acoplar a los tótems, dotándoles de un plano horizontal. En conjunto, estos elementos de mobiliario definen una cocina ambigua capaz de transformarse en el tiempo según las necesidades del habitante.