La ilusión materializada a través del espejo nos permite realizar acciones espaciales donde a simple vista no era posible, ampliar o reducir espacios, aparecer o desaparecer usos, provocar levitaciones materiales de volúmenes construidos, generando la sorpresa en el espectador de un ambiente cambiante, dentro de un espacio aparentemente estático y definido.  

I. El encargo

“Toda ella: la luz, la amplitud y que ha sido el lugar donde hemos depositado todas nuestras ilusiones…”

Los promotores

La vivienda a reformar se encuentra en Calicanto, Valencia, urbanización de casas jardín vinculada con el paisaje de la sierra.

La parcela posee un desnivel suficiente para permitir que la construcción existente se desarrolle en dos plantas, una de acceso directo a la calle, y la segunda, a reformar, en un nivel inferior, con tres caras libres en relación al parque y la piscina.

La preexistencia se organizaba en función al uso, el nivel en relación al acceso destinado específicamente a la vivienda, y la planta de servicio y garaje, en el semisótano.

La familia promotora quería recuperar el nivel semisótano, espacio relegado de la casa y, con él, todos los momentos compartidos en familia (cocinar, jugar, ejercitar, leer, descansar, etc.) para poder disfrutarlo solos o con amigos.

II. El desafío

La planta a intervenir, de proporción cuadrada, posee como elementos fijos y determinantes: un muro perimetral definido, dos columnas portantes en el centro del ambiente y una escalera de dos tramos que garantiza la conexión interna con la vivienda.

Internamente un tabique transversal dividía el espacio en dos zonas, quedando una de ellas condicionada en su correcta iluminación y ventilación, y la otra con dos aberturas de orientación noroeste, vinculada al parque a través de un semicubierto.

Por último, un acceso lateral desde la calle a través de una rampa vehicular garantiza el uso independiente a este nivel. 

Se planteó aquí la necesidad de generar espacios abiertos y diáfanos con la alternativa de poder tener zonas de uso independiente, y así poder desarrollar diferentes actividades en un espacio de límites definidos.

III. La ilusión

Poder integrar el exterior al interior, duplicar el espacio sensorialmente ingresando luz hacia zonas donde no era posible llegar. Albergar usos que requieren condiciones de intimidad en un espacio unificado. Transformar el nivel de trastero en una estancia más de la casa.

Era necesario un procedimiento que pudiese generar efectos de transformaciones, uniones, vinculaciones, desapariciones, duplicaciones, haciendo realidad las posibles ilusiones deseadas.

IV. El truco

La estrategia radicó en tres operaciones. En primer lugar, la arquitectura se entendió como volúmenes equipados, centralizados en el espacio, permitiendo generar zonas diferenciadas dentro de un único espacio contenido.

La concentración de servicios en dos módulos abastece todas las áreas en simultáneo, por un lado cocina hacia el comedor, por otro lado aseo, ducha y lavabo, que pueden funcionar independientes o combinadas y por último zona de lavar hacia un área de tendido temporal. 

En segundo lugar, la posición central de los módulos y su condición de paralelismo, garantiza la circulación libre entre las mismas sin superponer actividades. La escalera existente se materializa como el tercer módulo transformándose en parte del nuevo sistema.

Cuatro puertas abatibles son las encargadas de accionar el espacio y construir las escenografías para los diferentes usos. Cada módulo se vincula con el siguiente a través del abatimiento de estos planos que permiten contener las circulaciones internas entre volúmenes y transformarlas en pequeñas estancias.

Por último, el juego de ilusión se formaliza incorporando los reflejos como definición material del espacio. 

La presencia de los espejos en los zócalos y franjas superiores garantizan la ligereza de las cajas equipadas, transformándolas en volúmenes levitando en el espacio. Las puertas en su posición duplican la condición lumínica del ambiente, llevando hacia atrás lo que está por delante. El abatimiento total, independiza las áreas, garantizando la simultaneidad de usos y nos ofrece a través del reflejo la ilusión de ver de manera idéntica pero invertida, la casa a través del espejo.