|LA CASA DEL MEDITERRANEO|
A lo largo de años y años el Mar Mediterráneo ha sido el soporte físico de las culturas más florecientes del mundo. Alrededor de él, siglos y siglos de civilización se han ido consolidando y creciendo para conformar hoy la base de nuestra cultura contemporánea. Entendemos el Mediterráneo como una entidad social, política, medioambiental, cultural, estratégica y geográfica, y no como un mero medio material líquido.
Si hay una condición clave de cual aprender de las culturas mediterráneas es la capacidad de aprender las unas de las otras sin destruirse. Se trata de la acumulación de conocimientos. Esa yuxtaposición histórica de culturas, tramas urbanas, trazas, tecnologías, historias, leyendas y vivencias, en colaboración los unos con los otros, es el mayor legado que debemos incorporar y conservar.
Proponemos una nueva manera de entender este proyecto, una forma “mediterránea” de generar cultura, en definitiva de aplicar este conocimiento mediterráneo para pasar: de la Estación de Murcia a la Casa del Mediterráneo.
Sobre la antigua Estación de Murcia, llena de recuerdos, historias y vivencias para muchos alicantinos, acumularemos un nuevo estrato programático, a modo de palimpsesto, incorporando los nuevos usos demandados. En el fondo la tradición mediterránea no ha hecho más que aplicar principios contemporáneos de sostenibilidad avanzada (social, mental y medioambiental). Nosotros queremos usarlos también. De esta manera proponemos mantener y rehabilitar la antigua estación, e incorporar a ella las nuevas capas de información que la Casa del Mediterráneo requiere. En el fondo se trata de conectar con el imaginario colectivo de la ciudad pero a la vez añadiendo un nuevo estrato: la Casa del Mediterráneo.
La estación de Murcia NO ES la Casa del Mediterráneo.
Convertir la estación en la Casa del Mediterráneo no se consigue tan solo introduciendo el nuevo programa en su interior. Se trata de algo más.
El actual edificio se encuentra desconectado de la ciudad. Aislado entre el puerto marítimo y unas vías de gran tráfico. Un futuro planeamiento
Queremos que la Casa del Mediterráneo sea realmente su casa. Proponemos METER EL MEDITERRANEO, ahora alejado y distante, en la Estación de Murcia, para construir así su Casa. Un hogar a nivel social, urbano y ambiental, para alcanzar así una incorporación al imaginario colectivo de todos los ciudadanos y visitantes, un nuevo icono, un luego “lugar”.
2 estrategias sostenibles para convertir la estación en la Casa* del Mediterráneo.
a) La experiencia social-urbana.
Es en los lugares donde dos situaciones se encuentran donde se da la mayor riqueza. En este caso, el encuentro en tierra y mar, materializado en línea de costa, es el punto en el que el Mediterráneo se manifiesta de la manera más intensa. Y es el paseo marítimo el dispositivo urbano mediante el cual se cristaliza ese encuentro de los hombres y mujeres con el mar.
El paseo marítimo como esencia del mediterráneo. Lugar interfaz y catalizador de experiencias. Donde se descargaban los “frutos del mar”, desde el cual bañarse, pescar, pasear, enamorarse, donde se atracar barcos, punto de salida y arranque de viajes, de comercio, de intercambio de culturas, historias y sueños. El lugar público por excelencia, que conecta a las ciudades y pueblos entre si y entre ellas con el Mar Mediterráneo.
Queremos meter todas estas vivencias en la estación para amplificarlas. Se trata de introducir todo esa vida dentro para producir un intercambio bidireccional de energías, tanto desde la casa al paseo como a la inversa, para así activar la nueva Casa* del Mediterráneo.
Por eso proponemos estirar y plegar el paseo marítimo, suavemente, para introducirlo dentro de la casa, (sin interferir con sus usos) pero disfrutando de ellos. Sin cruzar calles, sin peligro, en un entorno seguro. En el fondo es una “calle” peatonal abierta a todos esos usos posibles. Un espacio vectorial contemporáneo equipado, listo para ser usado.
b) La experiencia visual.
¿Cómo construir el nuevo paisaje de la Casa de Mediterráneo?
Proponemos que la lejana presencia del mar sea la protagonista del paisaje de este nuevo espacio. Para
ello establecemos 3 maneras de atraer el mar:
- Mirar. (arriba) paseo del Mediterráneo.
El emplazamiento de la estación impide cualquier mirada sobre el no tan lejano mar a nivel de calle. De esta manera proponemos que la experiencia de la nueva casa permita tener miradas sobre el mar. Para ello el nuevo paseo marítimo del Mediterráneo eleva su cota para poder lanzar miradas por encima del puerto hacia el mar y la ciudad. Así pues la estación se convierte en una casa mirador, y su paseo del Mediterráneo una nueva experiencia que relaciona el mar con la vida interior de la casa y con la ciudad.
- Reflejar. (en medio) plaza del Mediterráneo.
Transformamos el antiguo y fascinante espacio de la estación en la nueva Plaza del Mediterráneo. Un lugar equipado y acondicionado para un gran número de usos. Construimos el ágora o plaza, el corazón de la nueva casa,, su alma. Lugar de expresión y de intercambio de culturas, experiencias y vivencias.
Pero queremos amplificar y cualificar la experiencia de ese maravilloso espacio cubierto de los andenes. Para ello una ligera intervención en la zona inferior de la cubierta sur nos permite reflejar con unas lamas estratégicamente dispuestas todo el paisaje marino exterior. La plaza del Mediterráneo se inunda de mar.
- Multiplicar. (abajo) auditorio del Mediterráneo.
Por último resolvemos el nuevo programa de auditorio en la parte inferior. Como parte de la Casa del Mediterráneo volvemos a introducir el mar multiplicando su experiencia. Aprovechando la cubierta del pabellón sur construimos un periscopio marino, el cual permite introducir como fondo de escena el paisaje del puerto y el mar… y con este la luz del mediterráneo bañara este espacio.
Y al final, entendemos que este es el mejor camino para pasar de verdad de la Estación de Murcia a la CASA (ahora sí) del MEDITERRANEO.
Queremos que la Casa del Mediterránea sea realmente su hogar. Pensada desde la tradición cultural mediterranea, que aprende y usa la memoria histórica y no-histórica para a partir de ella generar una intervención sostenible incorporando los nuevos programas. Una Casa para el Mediterraneo, sus gentes y culturas. Una experiencia real en la que el mar es el protagonista, el Mar Mediterraneo.