Una de las premisas más importantes de una terminal portuaria es su condición de límite urbano/marino. Asumir esto nos ha llevado a considerar la escala proyectual más allá del propio solar y proponer un edificio como remate al flujo “cívico” que proviene de la ciudad. Uno de los elementos que configura el edificio es la “caja” situada sobre el puente inferior. Es un elemento de estructura metálica con pilares inclinados que se apoyan sobre la losa de hormigón inferior.El puente es la estructura base de todo este sistema y está constituido por elementos de hormigón prefabricado, de hecho, se concibe como un puente de “catálogo”.El revestimiento del edificio, se realiza con pequeños elementos de hormigón prefabricado característicos de la isla.Esta celosía, actúa como regulador climático, protegiendo el interior de los fuertes vientos de Tramontana y del sol de verano.Una obra de esta magnitud en una isla tan pequeña, no puede obviar la cuestión de la escala, por eso, a algo que parece un hecho incongruente, aquí le queremos dar una respuesta.El nuevo puerto exterior de Menorca es una obra con un alto impacte paisajístico que se sitúa en la costa acantilada en un gesto de difícil cohesión con el litoral natural. Su carácter infraestructural y de gran escala, se enfatiza con el uso casi indiscriminado a base de grandes piezas de hormigón que conformarán escolleras y muros de contención de tierras.Entendemos que el edificio no tiene que obviar esta realidad con tanta carga emocional y en lugar de comportarse a modo de “luchador” asume su papel de “moderador” entre la infraestructura y el usuario de puerto.