El proyecto se estructura en base a una geometría en anillo, dos círculos concéntricos entre los que se enlaza toda la diversidad programática del centro y sus instalaciones. Este anillo se adapta a los límites legales que nos marca la cota no inundable -387 metros-. Esta forma geométrica perfecta preserva al interior todo el paisaje a conservar de la península; es un círculo mágico, al exterior dispone toda la acción, las actividades y el movimiento, al interior el descanso, la observación y la reflexión.
El anillo ayuda crear un entorno adecuado, es lo más respetuoso posible con el lugar, evitando barreras visuales y físicas e integrándose dentro de un entorno de gran valor medioambiental y paisajístico con la mayor neutralidad posible. Se levanta del nivel del suelo, flotando sobre él, sin modificar apenas la topografía, reduciendo los puntos de contacto con el terreno al mínimo, comunicando y poniendo en relación visual el interior y el exterior del anillo. La diferenciación visual entre interior y exterior se produce por una línea de sombra bajo el edificio, que varía a lo largo del día. Entre el anillo y el terreno, en esa franja en sombra, se crean una serie de espacios al aire libre, pero resguardados por el anillo, espacios de actividad y ensayo. Su geometría perfecta se ve alterada por la apertura de huecos, marcados en intervalos irregulares, estos porches van dividiendo las distintas áreas del programa interactuando con el lugar, el agua y las montañas.
El edificio, de 200 metros de diámetro, usa la gran escala para disminuir el impacto en su asentamiento natural. Elevado sobre pilares, levantado del suelo a un metro como mínimo llegando a alcanzar 4,50 metros de altura. Aparece flotando sobre el terreno intacto siendo difícil de percibir entre los alcornoques y pinos. Por ello, a una distancia cercana resulta imposible tener una percepción total de la pieza.
La planta en anillo de crujía siete metros y doscientos de diámetro supone una intervención delicada dentro de la península, posibilitando el recorrido adaptado a diferentes niveles, en cota de planta principal y en cota de cubierta, y preservando el entorno más valioso hacia el interior del anillo. Al colocarse el anillo en los bordes de la península se posibilitan las vistas del agua desde el edificio y se crea una zona de afección y de borde de agua fluvial enfrentada a cada parte del programa permitiéndose un mejor desarrollo de cada actividad específica.
Por otro lado, la elección del material de fachada, de acero inoxidable, hace que el edificio tome los colores y la luz de las diferentes estaciones y momentos del día, desmaterializándose e integrándose con el entorno.
El Centro de Tecnificación se construye como un sandwich con dos forjados. El forjado inferior es un forjado técnico que distribuye las instalaciones recorriendo todo el anillo de manera que la distribución es eficiente, el registro y el mantenimiento es fácil, y el impacto en el terreno mínimo, ya que su distribución no está basada en zanjas ni excavaciones en el terreno.
El edificio una pieza que toca en puntos el terreno siendo la incidencia en el paisaje existente la menor posible. La estructura es la más rentable posible. Está realizada principalmente en acero, las vigas principales cubren luces de, como máximo, 7 metros, las viguetas, separadas 2,5 metros, cubren luces de 7 metros, los forjados son de chapa colaborante y cubren luces de 2,5 metros. Los elementos estructurales verticales son también de acero; para racionalizar la estructura se ha unificado el dimensionado de los pilares por planta, HEB 140 en planta principal y HEB 200 en planta baja. La cimentación se ha realizado mediante zapatas de hormigón armado apoyadas en el sustrato resistente a partir de 2,20 metros. El pavimento tanto interior como exterior son de hormigón visto antideslizante tratado con resinas epoxi resistentes a la intemperie.
La fachada es continua en todo su perímetro. Es una fachada ventilada realizada con elementos prefabricados de acero, la chapa de acabado es una pieza de 50 cm. de ancho plegada con acabado en acero inoxidable sin tratar. La reducida dimensión de esta pieza, como si de unas “escamas” se tratara, permite que se adapte perfectamente a la curvatura del anillo. Las aperturas, que resuelven la ventilación y la iluminación, tienen carpinterías de acero y vidrio.
La cubierta es plana y completamente transitable, construida como un forjado más, a base de viguetas metálicas y forjado de chapa colaborante. Funciona como un paseo en anillo a cota 396,65 metros que permite tener una visión completa de lo que acontece en la península y su entorno.
Los vestuarios y almacenes se configuran con marcos de hormigón prefabricados que llegan a la obra listos para ser colocados en obra, directamente en las localizaciones elegidas, previa ejecución de una delgada solera de hormigón.