La antigua Harinera de San José, complejo de edificios rehabilitado y en desuso cuya industria original hoy ha desaparecido, acogerá mañana la mayor industria de entretenimiento que existe en la actualidad, el videojuego, dentro de una secuencia continua y lógica en la que la arquitectura da soporte físico a la tecnología de cada tiempo.
La intervención se desarrolla como la superposición espacial de niveles de uso diferentes, a la manera de un videojuego, relacionados con los niveles reales del edificio. Los espacios real y virtual que componen el programa diluyen sus límites, por medio de un sistema variable de interfaces que los relacionan, y que se modifica conforme avanzamos en cada nivel para adecuarse a la correcta transmisión de los contenidos digitales.
Como “pack de expansión” se propone la recreación icónica del perfil y volumen que ocupaba el antiguo silo de grano, mediante una estructura multimedia abierta soporte de la mayor pantalla de juegos de Europa, y que, en la misma línea de continuidad temporal, relacionará el edificio con la ciudad volviendo a actuar como testigo urbano de la producción generada en el interior.