En un entorno con un marcado carácter rural se pretende dotar el campo de fútbol de la parroquia de Vilar de Astrés en Ourense con vestuarios y servicios comunes. Las limitaciones las de siempre, económicas y de plazo ejecución, a mayores la zona de actuación con condicionantes y limitaciones.
El campo de juego con orientación NE-SO en su eje longitudinal se encuentra delimitado por un muro de bloque de hormigón, opaco, de 2,20 metros: de altura en todo su perímetro. La zona de actuación en el fondo Sur-Oeste tras la portería. Los problemas de estacionamiento, que son manifiestos tanto para el campo como para el centro vecinal situado a escaso metros.
La propuesta muy clara, se derriba el muro existente en su lado Sur-Oeste y el nuevo cierre se retrasa paralelo al terreno de juego, y respetando los árboles existentes, generando una zona libre destinada a estacionamiento, por parte de ambos equipamientos.
Por economía y plazos se opta por una solución mixta, que combina prefabricación y trabajos en taller con trabajos in situ. Seis contenedores marítimos de 12 x 2,5 x 3,15 metros alojan los servicios demandados por la infraestructura y con su disposición conforman el 80% el nuevo límite de la instalación. Las partes del cierre entre contenedores se resuelven con elementos tipo viguetas de hormigón pretensado hincados en el terreno, aportando permeabilidad visual hacia el terreno de juego.
Los contenedores se agrupan en sentido longitudinal dos a dos para configurar el cierre del campo y generar tres módulos, vestuarios 01, vestuarios 02 y un tercer módulo que albergará los vestuarios de los árbitros, la cantina, aseos del público y el almacén. Los vestuarios, con dos accesos, favorecen la iluminación y ventilación natural y actúan como filtro, discriminando los accesos con ropa de calle de las salidas al campo con ropa deportiva.
Por economía los contenedores se trabajan en su interior dotándolos de instalaciones, aislamientos y acabados interiores ejecutándose estos trabajos en un 70% fuera de obra, en una nave o almacén, lo que permite acelerar la realización de los trabajos ya que al mismo tiempo se desarrollan los trabajos in situ y los trabajos de acondicionamiento interior de los espacios.
Los materiales empleados sobrios, de fácil limpieza y mantenimiento; goma en el pavimento y paredes de la zona de duchas, paneles de viruta cemento en paredes y techos, particiones con paneles de resinas, luminarias industriales estancas como elementos de iluminación y carpinterías de aluminio en los accesos combinadas con claraboyas estratégicamente ubicadas en el techo como refuerzos a la iluminación y ventilación de las estancias.
En el exterior, por economía, se pintan, incorporándose los elementos de señalización combinando las dos tonalidades elegidas, gris en la fachada exterior, hacia el aparcamiento y el vial, evocando la tonalidad del anterior muro de bloque y dialogando con el cierre de viguetas pretensadas de hormigón y ocre hacia el interior de la instalación, aproximándose a la tonalidad de la tierra del campo de juego.