Los límites de las ciudades así como los encuentros de diferentes tramas y tejidos siempre han sido un punto de reflexión muy recurrente en el proceso urbanístico. La arquitectura es el instrumento adecuado para dar entidad y carácter a los márgenes indeterminados de la ciudad.
Un arroyo, un parque, un cruce de calles y un talud verde conforman un no-lugar que ha de dar respuesta y sentido a este particular nudo. Esta premisa, unida a la necesidad de generar un espacio público de calidad, nos da las suficientes pistas para abordar una solución capaz de satisfacer todos los condicionantes.
Nuestro centro educativo se muestra como un objeto de acuerdo entre las diferentes características del lugar. Un objeto moldeado por las necesidades de alineación o retranqueo que los agentes de contorno necesitan. Dos tipos de espacios públicos, uno verde y otro urbano, entran en contacto bajo el centro educativo, configurando un progresivo tapiz sobre el cual el edificio propiamente dicho configura alineaciones y campos de visión.
El lugar de acuerdo propuesto acoge, por un lado la prolongación del parque Miravalles; una considerable extensión de parque que penetra hacia la ciudad, dibujando un límite progresivo y gradual. Por otro lado, desde el cruce de la calle de la Llama y Gervasio Herreros, la ciudad avanza en dirección contraria, conduciendo al peatón hacia la naturaleza. Es en este encuentro en el cual el proyecto ha de alcanzar su grado máximo de compromiso y sutileza.
El edificio configura una cinta que se pliega y quiebra a lo largo de toda la parcela. De esta forma el centro abraza el lugar y delimita su posición respecto a los condicionantes exteriores.
Con el fin de dar continuidad a dichos espacios públicos, el movimiento de la cinta también se produce en sección; se distancia más ó menos del suelo público en función de las necesidades de continuidad que el entorno requiere.
De esta forma, al cobijo del centro educativo, dos lugares de diferente carácter – uno perteneciente a la ciudad y otro al parque – configuran un espacio de transición público.