Por otra parte, el edificio debe relacionarse también con la tierra, que ha sido la que ha servido de base para el desarrollo económico de toda la comarca de la Safor, de la cual es la capital Gandía, desde el cultivo de la caña en tiempos remotos, al actual de la naranja, la tierra es la base que los nutre y merece ser considerada su importancia. De este modo, aprovechando el entorno en el que se ubica el museo etnológico, el edificio se entierra, convirtiéndose así el edificio en parque o el parque en edificio. El edificio completo se cubre con un manto vegetal que sirve de prolongación de la vegetación circundante que, además otorga al edificio una gran inercia térmica que minimiza el consumo energético y mejora el rendimiento medioambiental. Se resuelve también el problema de accesibilidad que sufre actualmente el Parc de Ausias March, y por consiguiente el desuso por falta de actividad en los bancales a cota +18 y +16. El bancal a cota +18 desaparece para unificar una única plataforma vegetal a cota +22 accesible directamente desde la pasarela peatonal que conecta el parque con la ciudad.
Por lo tanto el edificio se configura por dos muros, uno de contención y otro de vidrio y vistas hacia la ciudad. El museo se inserta en el lugar que ocupaban los muros de contención actuales, a ambos lados de la Casa da Natura, adaptándose a las preexistencias y adoptando la geometría de los pozos y la balsa existentes. El edificio pretende potenciar el carácter del parque y activarlo mediante la introducción de la actividad del museo.
El edificio se vuelca a la ciudad de Gandia a través de dos superficies de contacto únicas y diversas.
La primera, sustituye a los muros de contención existentes del parque de Ausias March a ambos lados de la casa de la Natura. Esta es una fachada que se quiebra para observar directamente a la ciudad ducal.
La segunda, es la cubierta ajardinada, que sirve como superficie de recreo de la ciudad y prolongación del parque existente.
La cubierta ajardinada comparte las ventajas de la cubierta invertida, ya que el sustrato y la vegetación actúan como aislamiento y como protección del impermeabilizante. Además ofrece otros muchos beneficios medioambientales, además de los beneficios de ahorro energético por inercia térmica. Entre ellos podemos destacar varios. La vegetación ofrece una gran protección frente a la radiación solar al no permitir que se caliente la cubierta.
Se obtienen beneficios acústicos pues en la cubierta vegetal, tanto las plantas como el sustrato actúan como buenos absorbentes acústicos.
Por otro lado, en verano la evaporación del agua produce efectos refrigerantes que ayudan a enfriar no sólo el edificio sino del entorno completo de Ausias March.
El proyecto puede resumirse esquemáticamente por tanto, como la interrelación de dos únicos planos vinculados intrínsecamente a la cultura popular gandiense. Uno vertical: un observatorio y una fachada hacia la ciudad, hacia su historia. El otro horizontal: tierra, sustrato, base de cultivo, se puede pasear por él, pisarlo y notar su materialidad.