El proyecto Habitar el Palacio surge de una manera de entender la cultura como un fenómeno compartido y no estático, en el que las personas son las principales protagonistas y potenciales productoras y dinamizadoras culturales en las comunidades que habitan. Así, esta propuesta plantea un proceso de producción cultural comunitaria orientado a activar las relaciones de los y las habitantes del Valle del Jerte con el arte y la cultura contemporánea en diálogo con la cultura popular desde la acción colectiva y desde la puesta en valor de su patrimonio cultural material e inmaterial. En este proceso, el papel de la gestión cultural ocupa un espacio intermedio de mediación, educación y activación de procesos en los diferentes pueblos y entre ellos a nivel comarcal. Este proyecto plantea como punto de partida una idea del papel de la cultura (de producción cultural, de actividad cultural) en las zonas rurales no entendida únicamente como espacio de entretenimiento o de celebración sino también como espacio de participación ciudadana y de pensamiento colectivo en el cual los/as habitantes de un territorio puedan pensar sobre cuestiones que les afectan como comunidad.

Igualmente, reside en los objetivos de esta propuesta la voluntad de poner en valor las formas de cultura tradicionales, englobadas en el patrimonio tanto material como inmaterial de cada uno de los pueblos del Valle del Jerte. Los saberes populares, atesorados en la memoria y la experiencia de vida de las gentes del Valle del Jerte como punto de partida para la acción cultural.

Las metodologías de este proyecto están basadas en la idea de cultura participativa y de pedagogías colectivas, de tal manera que el peso de la actividad recae en las actividades culturales de carácter participativo, la construcción de conocimientos sobre el territorio de manera colectiva y el intercambio de experiencias. Esto hace que las dinámicas de trabajo, además de la coordinación del proyecto estén protagonizados por diálogos, debates, talleres, sesiones prácticas y dinámicas de trabajo en grupo.

A lo largo del proceso, El diálogo con los habitantes de los diferentes pueblos se ha planteado como herramienta fundamental de trabajo, como forma de construcción de conocimientos colectivos y es la base de las relaciones entre personas. El Palacio del Cerezo es un edificio que genera mucha controversia entre los/as habitantes del Valle del Jerte. El proyecto ‘Habitar el Palacio’
ha servido de espacio de visibilización de los conflicto y malestares acumulados por los /as vecino/as desde el comienzo de su construcción En las actividades, se ha trabajado con ejercicios previo de reflexión y análisis colectivo de los puntos de tensión definiendo puntos de interés comunes o puntos de fricción (desencuentros, conflictos...) sobre los que seguir construyendo. Por lo tanto, este proyecto entiende el diálogo como proceso y como herramienta metodológica fundamental porque es un acto de escucha, pero implica también hablar, convivir,
mostrarse: ser en relación a los demás.

Para abordar situaciones y/o realidades que afectan a un colectivo (los/as habitantes del Valle del Jerte), es necesario poner antes en relación las múltiples formas en las que las pensamos y nos pensamos, y la conversación nos ayuda a ello. Hablamos, en términos generales, de una propuesta metodológica que parte de entender este proceso como una labor de MEDIACIÓN entre EL CONTEXTO (geográfico, cultural, patrimonial, institucional, adminsitratico...) + LOS SUJETOS (La población de los pueblos del Valle del Jerte) + LA CULTURA/LA PRODUCCIÓN CULTURAL LOCAL EXISTENTE.

El proceso de trabajo con las comunidades se inició en enero de 2021, después de una etapa de confinamiento posterior a las vacaciones de invierno y se ha desarrollado en diferentes fases hasta el momento actual en una alternancia de convocatorias locales (11 pueblos) y convocatorias comarcales. Las formas de trabajar con las personas y de constituir grupos de trabajo en cada caso han sido diferentes, pero articuladas siempre desde metodologías extraídas de las pedagogías culturales, la mediación artística/cultural y los procesos de investigación colectiva.

Las propuestas concretas que despliega este proyecto se insertan en unos ritmos y estructuras condicionados por los ciclos de la agricultura en el Valle del Jerte y por una naturaleza de proceso que pretende articularse desde la observación, la escucha y la disposición a transformarse en el camino. Así, cada una de las siguientes acciones se insertan en los ciclos de la Investigación Acción Participativa (IAP), con momentos de: Planificación - Acción - Escucha - Transformación que se entretejen con la vida social y agrícola de la comarca.

El proceso participativo se ha articulado a través de una serie de acciones y laboratorios con diferentes enfoques.

> Laboratorio I: Este proceso participativo permitió generar una conversación colectiva sobre el pasado del palacio y su sentido y significados para los habitantes del Valle. Conversación que permitió armar un diálogo más amplio sobre el papel del arte y la cultura en sus vidas y en la comarca como motor de transformación. Trabajando a través de procesos de mediación, dinámicas participativas y un laboratorio ciudadano que generó un documento con una primera propuesta colectiva para la activación del espacio.

> Laboratorio II: se tradujeron los planteamientos del informe colectivo de activación a propuestas espaciales concretas y propuestas de dispositivos móviles y artefactos para la activación del espacio.

> Laboratorio III: talleres de autoconstrucción en los que se elaboraron, de manera colaborativa, los artefactos móviles para la activación del palacio y de los pueblos.

> Diálogos instituyentes: Esta acción se ha dado a lo largo de todo el proyecto, surgiendo como un espacio recíproco de escucha, diálogo y negociación permanente en torno a propuestas de iniciativas culturales que lleguen al espacio a lo largo del proyecto. Se trata de crear un espacio de programación colectiva que la población sienta y haga propio a lo largo del proceso cumpliendo con un doble objetivo: dar vida al espacio desde sus intereses e inquietudes culturales y, a la vez, ir constituyendo de manera orgánica un espacio colectivo de toma de decisiones.