Julio quería transformar este antiguo apartamento en un espacio contemporáneo que ampliase su actual vivienda de la planta inferior para disfrutar de la luz y el cielo del barrio de Ruzafa.

Potenciando la estructura original de la vivienda, la reforma crea tres espacios paralelos: terraza, zona pública y zona privada. La conexión entre ellas por medio de grandes huecos enmarcados genera vistas cruzadas que introducen el cielo mediterráneo como telón de fondo en todos los espacios.

El proyecto recupera las baldosas hidráulicas y los techos altos en la zona pública, mientras que en la zona privada mantiene los techos a 3 m y el suelo se reviste en microcemento. Los huecos se enmarcan con tablero tintado utilizado también en el mobiliario diseñado a medida. Se aisla la envolvente, se sustituyen carpinterías y se incorpora climatización por conductos consiguiendo además una vivienda eficiente energéticamente.