El programa para el nuevo centro municipal de servicios sociales de Móstoles, tiene dos fuertes condicionantes de partida: el ser un edificio de múltiples espacios idénticos, despachos unipersonales, ubicados en una trama urbana de ensanche sin condicionantes más allá de los viales y la orientación del solar. Por otra parte, la relación del edificio con el entorno próximo, pero también con el distante, se basa en una situación de respeto medioambiental en decisiones basadas en sistemas tradicionales de probada lógica.
Así, respetando estrictamente las condiciones urbanísticas, el programa de usos se acondiciona optimizando recorridos y generando un edificio compacto, que permita un mantenimiento sencillo y no costoso.Sobre este primer volumen se practican operaciones en busca de un lugar propio y específico para el programa de Centro de Servicios Sociales, atendiendo a condiciones de representatividad, mejora de los usos propuestos, orientación, etc.
La primera operación consiste en aligerar el volumen mediante la extracción de masa que servirá para generar espacios exteriores vinculados a las distintas plantas, accesibles y de posible uso público, como salas de espera al exterior, o como lugares de esparcimiento para los trabajadores.
La segunda operación, consiste en insertar un volumen representativo, que reúna el acceso y la sala multiusos. Ambas piezas se entienden como un único espacio continuo, divisible, que permite que la sala multiusos, de un probable bajo uso, se incorpore al acceso haciendo penetrar una luz potente y coloreada. Es este el corazón del proyecto y su imagen.
Una tercera operación, envuelve el edificio en una delgada piel reguladora, generando un colchón térmico que al mismo tiempo limita la visibilidad desde el exterior sin interrumpir la mirada hacia fuera.