El significado de la arquitectura no reside en paredes, techos o suelos, está en el mundo interior contenido por los mismos. La frase cobra mas sentido en el proyecto realizado, ya que al situarse en un paraje natural y casi deshabitado, los espacios interiores y su relación con el exterior adquieren gran importacia. Estos espacios han de ser cambiantes para seguir resultando atractivos al usuario. Esto se consigue no sólo con las grandes cristaleras, que ponen en contacto casi directo el interior con la naturaleza exterior, diferente en función de la época del año, también con los grandes muros de hormigón proyectados como superficies cloroscuras, que se transformarán continuamente, gracias a la luz, las condiciones meteorológicas, las diferentes estaciones y los reflejos naturales del exterior, evocando diversas imagenes en el observador.