La Ciudad Vigilada 5G
En 1920, el escritor ruso Yevyeni Zamyatin publica en Francia “Neus autres” (nosotros) -inspirando entre otras obras 1984 de George Orwell- y que se publicó en Rusia únicamente en 1988, después de la Perestroika. En “Nosotros”, Zamyatin describe una ciudad de acero y cristal gobernado por el Estado Único y la autoridad inflexible del Benefactor. Un lugar separado del mundo salvaje, dónde las personas son números, y sus preferencias, gustos, elecciones e incluso la determinación de la pareja es definida por la compatibilidad numérica (hoy ‘algoritmo’) controlada por la autoridad. D-503 el protagonista, trabaja construyendo una nave espacial que llevará al universo “el bienaventurado yugo de la razón”, pero se enamora: el amor equivale a la rebelión y el instinto sexual al deseo de libertad.
D-503 se encuentra vigilado, cada movimiento desarrollado controlado. Sin vida privada, el “yo” se convierte en “nosotros”, la vigilancia extirpa de D-503 “el ganglio de la fantasía”, retornándolo al Estado Sedentario, pero fuera de sus muros, siguen existiendo los hombres nómadas, llenos de energía, insurrectos: “no existe, ni jamás existirá la última revolución”.
Esta distopía literaria, otorga al número y su combinatoria, la capacidad de determinar, ordenar y vigilar las conductas de los habitantes, quienes se vuelven sedentarios frente a las pantallas existentes en sus habitaciones, las cuales al tiempo que controlan su decisiones suplen la existencia del mundo exterior. Una cuestión que un siglo después se acerca peligrosamente a la realidad, de una forma más sofisticada, gracias a la tecnología, “el algoritmo”, que, por elección propia –aunque inevitable- nos relaciona con nuestra “cámara de eco” –personas que piensan como nosotros en nuestras redes sociales- unificando nuestra posición ante los eventos, con nuestras preferencias, a través de las sugerencias de publicidad, música, cine, y los distintos canales digitales, y la vigilancia no sólo es definida por los estados, sino pedida por los habitantes, convertida en prioridad, así nuestras ciudades se encuentran monitorizadas y cámaras de vigilancia, gps, 5G, etc, pueden rastrear cada movimiento dentro y fuera de nuestras casas.
La digitalización y la vigilancia tienen múltiples aplicaciones, como el desarrollo de la “smart city”, que se traduce en gestos tan cotidianos como la activación de la potencia de una luminaria en la calle a medida que paseamos, nuevos modelos de negocio como el “Metaverso” que abre nuevos mercados a la industria inmobiliaria, las criptomonedas, y el largo etcétera que significa la digitalización de nuestro día a día, en ciudades de acero y cristal, que tienden a homologar su forma física, reflejando la pertenencia a un mundo con un sistema de valores unificado.
En el penúltimo de los “Diálogos públicos desde lugares privados” Los invitamos a dialogar sobre la ficción cotidiana en que vivimos, los conflictos urbanos y violencias, vigilancia, big data, internet, videojuegos, metaverso, y + con 3 magníficos conversadores.
Participan Rodrigo Martin Quijada, arquitecto, Alejandra Luneke, licenciada en Historia y Ciencias Políticas y Silvia Veloso, autora de libros.
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