'Una capilla laica'
Un espacio de silencio dentro de una gran ciudad.
Un lugar de meditación, calma y reflexión que te aísla de la velocidad y el ruido del entorno y te coloca en una situación espiritual particularmente sensible.
Todos hemos experimentado ese efecto cuando paseando por una gran ciudad decidimos entrar en una iglesia y reposar unos instantes. La experiencia física y sensorial te transforma durante unos minutos. La temperatura es distinta del exterior, especialmente agradable en verano cuando puede ser unos cuantos grados más fresca. Los ojos deben adaptarse a la penumbra y pueden tardar unos segundos en hacerlo, durante los cuales te detienes y esperas. Cuando vuelves a recuperar la marcha oyes sólo el eco de tus pasos y esa es la máxima expresión del silencio. El olor a cera quemada e incienso te transportan a una espiritualidad conectada a tu infancia…
Una experiencia parecida a la que puedes experimentar cuando después de una larga ascensión a una montaña, encuentras una pequeña capilla en la cumbre y decides entrar en ella. Soledad y silencio.
La propuesta es diseñar un lugar que proporcione este tipo de experiencias en la gran ciudad. Una cámara de vacío.
Se propone un emplazamiento en el centro de una gran ciudad. La plaza de las Glòries en Barcelona. Un gran vacío urbano que será en un futuro un gran parque metropolitano. La pieza deberá, pues, atender a la situación provisional actual del emplazamiento pero con la mirada puesta en el futuro, cuando la arquitectura quedará plenamente integrada dentro del paisaje del parque.
Para ello se tomará como punto de partida el proyecto ganador del concurso arquitectónico convocado por el Ayuntamiento de Barcelona, obra de la Agence TER
y Ana Coello.
La situación exacta de la pieza deberá escogerla cada proyectista dentro de ese ámbito situado entre las calles Cartagena, Badajoz, Consell de Cent y Bolivia.
El tamaño también queda abierto al criterio de cada autor, pero deberá ser reducido, parecido al de una pequeña capilla.
Las referencias que pueden ilustrar este enunciado pueden ser muy variadas: la sala de reflexión de Antoni Tàpies en la UPF, la capilla Rothko en Houston, la capilla de campo Bruder Klaus de Peter Zumthor, el proyecto de la montaña Tindaya de Chillida, el Sonsbeek pavilion de Aldo van Eyck, la MIT Chapel de Saarinen, etc.
Arquitecturas todas ellas muy marcadas por la materia que las construye. Espacios interiores aislados del exterior donde la fachada adquiere un papel subordinado.
Una ocasión para reencontrar los valores esenciales de la arquitectura y su potencial para transformar el espíritu humano.