VRBINO. Material, limite, sueño

El lugar como motivo del proyecto. Urbino es ladrillo y piedra. Ladrillo para aquello que es pesado, irregular, reflejo de la topografía; piedra para lo liviano, ortogonal, reflejo de la cittá ideale del renacimiento. El ladrillo como elemento estereotómico, la piedra como tectónico. La ciudad puede llegar a entenderse como un gran bloque de ladrillo al que se le han sustraído calles, plazas y patios, dónde la piedra no es otra cosa que la voluntad del hombre del renacimiento por geometrizar y embellecer el espacio que habita. Esa caja de sueños se plantea como un pequeño elemento ligero que se sitúa sobre la gran plataforma de ladrillo que es la fortaleza; un palio que contiene una caja de madera y se apoya sobre la azotea con las mejores vistas de la ciudad.

El emplazamiento elegido para esta caja de sueños se encuentra en un punto singular definido por su posición estratégica en la topografía y dentro de la ciudad, erigiéndose como símbolo de los dos limites que el hombre ha sido capaz de definir mediante la arquitectura. Por un lado es un potente límite vertical que separa la ciudad amurallada y el campo, lo interior y lo exterior, lo artificial y lo natural; por otro, se trata también de un límite horizontal entre el cielo y la tierra, entre la masa estereotómica de ladrillo y la ligereza tectónica, entre lo terrenal y lo divino, entre la realidad y el sueño.