Transparentamos el espacio para materializar a continuación esa acción.
Este proyecto, de reforma parcial de una vivienda en el ensanche de Palma, trabaja con la voluntad de ofrecer respuestas genéricas a demandas variables. La propuesta se desarrolla sobre un piso de 72m2 útiles en el barrio de Es Fortí que no había sido modificado en su distribución desde su construcción en 1960. En algo más de 50 años, había pasado de acoger a un modelo de familia en el que convivían bajo el mismo techo 6 personas de 3 generaciones distintas, a ser vivienda de una sola persona soltera y sin hijos. Las demandas eran radicalmente distintas pero el espacio era el mismo. Resultaba obsoleto y necesitaba una intervención que lo hiciera más confortable, más eficiente y más adaptable.
Una sola decisión, estratégica, trazó el perímetro de actuación del proyecto: se decidió concentrar el trabajo sobre las zonas públicas de la vivienda. También como forma de rentabilizar al máximo el presupuesto. De esta forma, el proyecto se ocupó solo de las zonas de despacho, estudio, estar, comedor y cocina, dejando al margen baño y habitaciones.
Tres acciones tácticas construyeron el argumento director de la intervención: encoger, transparentar y materializar. Se consiguió con ellas dar forma a las actuaciones planteadas, de acuerdo a las demandas de la propietaria.
Encoger. Con la voluntad de ampliar el espacio, el número de estancias se redujo a la mitad. De seis (pasillo, estudio, estar-comedor, cocina, despensa y lavadero) se pasó a tres. Las nuevas habitaciones eran capaces de dar respuesta a los mismos usos con unas mejores condiciones de superficie, vistas, iluminación o ventilación.
Transparentar. Para hacer comprensible el espacio desde su uso, la vivienda se hizo más transparente a través de la construcción de una nueva visión diagonal. Esta nueva dirección enlaza los tres espacios que se crearon, en una fuga profunda. La diagonal fue resultó de la apertura de los dos muros centrales, que permitía descubrir una nueva secuencia de tres espacios concatenados y enmarcados.
Materializar. Cada uno de los tres espacios de la propuesta fue especificado a través de su condición material. Así, las intenciones generales del proyecto tomaron forma a través de tres materiales: tablero contrachapado de madera de pino barnizado, pintura de poliuretano de color neutro y mármol verde india. Cada uno de los tres materiales construye una atmósfera vinculada a un tipo de uso concreto del espacio doméstico (pero no a un uso concreto): concentrado para la madera, distendido para la pintura y hedonista para el mármol. Esta tercera acción dota además de cierta independencia a cada uno de los espacios, pese a que exista una permanente conexión visual entre ellos.
En definitiva, el proyecto en Es Fortí reconfigura un espacio construido originalmente a través de su compartimentación. Y lo hace desmontando esas divisiones. En su lugar se propone una yuxtaposición de materiales que transparenta su espacio, construyendo una diagonal de fugas sucesivas para la que el verde del mármol construye un final deseable.