La exposición Pulchra Magistri. El esplendor del Maestrazgo en Castellón supuso la décima edición de un proyecto global de la fundación La Luz de las Imágenes dirigido a la conservación, restauración y difusión del patrimonio artístico y arquitectónico de la Comunidad Valenciana. El carácter simbólico de esta décima edición, unido a la situación económica de las instituciones públicas valencianas en el momento de la realización del proyecto, determinó una muestra pensada de manera diferente desde su inicio.
A partir de un presupuesto muy reducido en comparación a ediciones anteriores, la exposición se planteó como una serie de intervenciones mínimas que dotasen de identidad a las siete sedes donde se desarrolló la muestra de forma simultánea, situadas en cuatro municipios distintos: Culla, Catí, Benicarló y Vinaròs.
El diseño expositivo de la muestra se basó en un concepto fundamental condicionado por los factores de diversidad geográfica y arquitectónica de las sedes donde se desarrolló y las limitaciones económicas del encargo: la activación de espacios diferentes a través de pequeñas ocupaciones que lograsen dotarlos de una identidad compartida.
Esta identidad se logró reaprovechando parte del sistema de andamiaje que había servido para la restauración previa de los edificios y de una serie de paneles y elementos muebles almacenados por la Fundación y pertenecientes a ediciones anteriores de la muestra, a los que se añadió un conjunto de nuevas piezas de mobiliario y pavimentos de madera.
La combinación de estos elementos, en parte encontrados y en parte diseñados ad-hoc es la que permitió generar un sistema de ocupación con capacidad de adaptarse a las diferentes condiciones espaciales de los distintos edificios y, también, con la capacidad de construir una identidad compartida para la muestra.