El encargo, de la mano de Bilbao Kirolak, surge de la necesidad de buscar un nuevo espacio para el club de remo de Deusto, que tenía que abandonar la isla de Zorrotzaurre. El edificio que puso a disposición Bilbao Kirolak para su rehabilitación fue la antigua fábrica de AGEMASA.
Cuando llegamos al proyecto nos encontramos con dos condicionantes. Por un lado nos topamos con un edificio al que se le había cortado un tercio de su longitud y al que se le había eliminado una planta. El edificio, por tanto, había quedado en cierta manera talochado o desconfigurado. Por otra parte contábamos con plazo y un presupuesto realmente ajustados.
Partiendo de esos condicionantes, la propuesta se centró en potenciar las virtudes del edificio existente, realizando únicamente aquellas intervenciones necesarias para su adecuación tanto interior como exterior.
En el caso del interior, básicamente lo que se hizo fue un lavado de imagen, con la idea de potenciar los pórticos de hormigón existentes. De hecho, en los dos elementos principales del programa, el gimnasio-que se abre al canal- y el hangar, la expresividad de la propuesta recae en la estructura existente.