Se nos plantea una superficie carente de actividad pública al haber sido convertida en una plaza sin salida, cercenada por el paso de las vías del tren en una de sus direcciones y por una paso subterráneo en sentido perpendicular. A esta problemática se añade la ocupación compartida de la plaza por usos hasta ahora considerados irreconciliables (infraestructuras eléctricas de 200.000 voltios por un lado y la terraza de un bar por otro). Convertir dicho residuo urbano en un espacio intensamente sugerente y novedoso, apoyándonos para eso en el carácter particular del entorno, se convierte el objetivo fundamental del taller. Torres eléctricas, catenarias, grafitis, tapias, trenes a 100 Km/h y un centro de transformación son los elementos con los pretendemos redefinir el concepto de “entorno monumental” en una plaza contemporánea fuera del protegido marco histórico de Alcalá de Henares. Entendidos como posibilidades más que como problemas, energía, movimiento, ruido... son los fenómenos que ocupan y singularizan este espacio y se convierten en los materiales con los que reformular nuevas condiciones urbanas. Para ello amplificar el rumor eléctrico desde el interior mismo del centro de transformación, plantear un nuevo ornamento para la plaza, en resonancia con las pintadas existentes y su carácter de entorno altamente electrificado, y por otorgarle un nombre que la defina como nuevo espacio público, se convierte en las primeras maniobras llevadas a cabo en el taller. Nuestra intervención pretende defender la capacidad del arquitecto para intensificar la experiencia de lo real, renovar la forma en que percibimos y nos relacionamos con lo que nos rodea. Amplificar las condiciones de contorno con la intención de recuperar, para la experiencia urbana, la capacidad de sentir que estamos sintiendo. Nuestra propuesta / petición: Que esta nueva plaza pase a formar parte del Patrimonio Histórico-artístico de la ciudad de Alcalá.