The Garden for Romantic Crossovers plantea un escenario para experimentar las relaciones (materiales, constructivas, estéticas, etc.) de los humanos con las otras especies, en los tiempos del cambio climático. Vivimos un tiempo donde el medioambiente, el clima, la productividad, la naturaleza, el género o la cultura se encuentran en un proceso constante de reconstrucción y afectación mutua. Por ejemplo, debido a la inestabilidad de las temperaturas, producto del cambio climático, algunas especies de pájaros están alterando sus hábitos reproductivos, reconfigurando los límites del género, como respuesta adptativa al contexto.
The Garden for Romantic Crossovers trata de dar soporte a estas nuevas condiciones etológicas. Se configura a partir de una pérgola suspendida sobre una estructura ligera que, a la vez que proporciona sombra, despliega un espacio de vegetación afrodisiaca y aromática. Cuenta con unas macetas y unos depósitos descolgados que ayudan a regular la temperatura y la humedad. Está equipado con un sistema de iluminación ultravioleta que permite contemplar algunos aspectos de las plantas que, por lo general, son imperceptibles. El conjunto, genera un microclima que favorece el encuentro de distintas especies. Se expuso en Matadero la primera fase de un prototipo de infraestructura de co-habitación para un jardín cyborg, que establece conexiones entre humanos, no-humanos animales, entidades biológicas y controversias políticas, medioambientales y tecnológicas. Un espacio para la experiencia, para descansar, dormir, encontrarse, mantener relaciones sexuales...
Comisariado: elii (Uriel Fogué + Carlos Palacios + Eva Gil), Rosa Ferré, Ana Ara, Matadero Madrid