A principios de mayo, Laura y Bea nos encargaron el proyecto de su peluquería. Situado en Rivas-Vaciamadrid, el local estaba a estrenar, no había ni luz, ni paredes, ni suelo. Teníamos que hacer la reforma integral de un espacio rectangular de aproximadamente 5 x 10m, un local pequeño pero con una proporción alargada interesante.
Por ello, el proyecto se pensó con la intención de fomentar su eje más largo, haciéndolo visiblemente más espacioso y luminoso, entendiendo la traza lineal de la viga y los dos pilares como elementos a significar. De ese modo aparecen en planta las dos intervenciones espaciales más importantes: primero ensanchar la fachada para crear la entrada y el escaparate; y después la flexión de la pared en la zona de servicios de baño y oficina.
Entre medias los muebles de chapa galvanizada salpican el espacio dotándolo de las funciones propias de una peluquería: recepción, laboratorio para tintes y estantería. Del mismo modo, las chapas también se despliegan en la fachada exterior e interior y en la pared quebrada del fondo. El material permite reflejar las luces haciendo vibrar el espacio que se ensancha.
El proyecto, por tanto, busca conseguir la máxima calidad con la mejor economía de medios, aprovechando todos los recursos que disponíamos a nuestro alcance. Confiamos en un amigo de las clientas que trabaja el metal para resolver muchos de los aspectos del proyecto. Y la solución del techo visto y la pared de ladrillo persigue una estética sencilla, barata y sincera.