Como cada año, ARCO convoca un concurso abierto para diseñar su sala VIP, en una edición especial en la que se celebra su 40 aniversario. Este proyecto surge en un contexto muy singular: meses después de un confinamiento colectivo seguimos en una situación sanitaria excepcional y con una sensación de incertidumbre global. Con esta premisa, proponemos un espacio que atiende de forma segura y optimista estas circunstancias tan relevantes.
El proyecto desarrolla una estrategia fundamentada en tres criterios: seguridad, contexto ferial y exteriorismo.
“SALIDA” es un proyecto que visibiliza y naturaliza las distancias de seguridad que se han establecido durante la pandemia, una suerte de celebración de cómo los cuerpos se relacionan en el espacio público una vez que hemos interiorizado las nuevas métricas que pautan nuestros encuentros. El pabellón materializa esa distancia en una retícula de 3x3 metros capaz de operar como un balizamiento del interior de la sala VIP y que acaba por definir espacios donde encontrarse y relacionarse de manera segura.
La propuesta es un sistema que trabaja sólo con elementos del espacio ferial: tarima, paredes de madera aglomerada y moqueta. El pabellón repite la lógica constructiva de todos los stands de la feria, con la voluntad de integrarse como un elemento más de ARCO. Una tarima eleva a 60 cm del suelo un recinto encerrado por un perímetro continuo de 2,40 m de altura: la formación de este pedestal será la manera de distinguirse del resto de galerías. Además, el sistema prefabricado de tarima para eventos nos ofrece un medio adaptable y flexible, que ordena la retícula de balizamiento. El interior del pabellón es un enorme vaso abstracto de 1000 m2 enmoquetado en color amarillo.
Este pabellón cristaliza un deseo colectivo tras meses de confinamiento, la ilusión de estar en un exterior. El pabellón traslada a los visitantes a un paisaje exterior en el interior de ARCO. Un gran bosque de 100 abedules se dispone sobre la retícula;los arboles se convierten así en balizas naturales que ordenan las relaciones personales de todos los invitados y construyen una atmosfera ficticia y lúdica. Los abedules, al acabar la feria, serán replantados en una nueva ubicación. Volverán al exterior asegurando de esta forma que el residuo que deja la construcción del pabellón y su huella ecológica sean mínimos, el bosque de abedules tendrá la capacidad de seguir desarrollándose más allá de este encuentro efímero. Por último, un enorme sol corona este lugar en un atardecer permanente, una ensoñación.
‘SALIDA’ es un proyecto de exteriorismo que conforma una atmósfera en la que estar fuera.