El hongo es el aparato digestivo de la naturaleza, es capaz de sintetizar nuestros residuos. El pajar es uno de los mejores materiales para hacer crecer uno de los mejores ecosistemas de hongos. Se trata de un material que tiene buenas prestaciones acústicas y térmicas, además de ser maleable. Era idóneo para construir un espacio escénico. 

Los hongos son comestibles, por lo que puede generar nuevas interacciones inéditas con el espacio escénico. Pero además se trata de una arquitectura efímera y el hongo puede ayudar a acelerar su descomposición y evitar que se convierta en un residuo no reciclado.  

La Hypercueva se construyó aprendiendo de las técnicas de costura del colectivo de ecocostureras AMA Made in Cielo, las telas donadas por el vecindario de la Tabacalera de Alicante y la Fundación Lázaro y las prestaciones acústicas y térmicas de las balas de paja provenientes de Casasimarro, en Cuenca. Las balas que no se han reciclado como granja de micelio, han servido a un pequeño ganado de cabras de Mutxamel, a 8 kilómetros de la Tabacalera.

La hypercueva acogió un taller de cultivo de micelio impartido por Javier Gutiérrez Jiménez de Urbandigit, un concierto de rock progresivo de Fosco, la feria de diseño MOA, una pieza sonora de Carlos izquierdo y la proyección del corto de Benja Fernandez Cañadas, entre otras actividades dentro del programa Ficciones Compartidas 2021.