El edificio está situado en St. Just d’Esvern cerca del casco antiguo. Se trata de un conjunto construido en 1908 compuesto de planta baja con uso compartido entre comercial y vivienda, más dos plantas superiores con seis viviendas. La estructura a partir de un muro de carga perimetral con una medianera compartida a Oeste y uno central soporta las vigas de madera de los forjados. El programa actual es muy limitado, sin luz y sin ventilación. La intervención consiste en actualizar el edificio convirtiéndolo en un conjunto residencial, de viviendas para alquiler para jóvenes, sólido, habitable y dinámico.



Mediante una operación de vaciado y colocando una nueva estructura metálica interior se substituyen funcionalmente los muros de carga y se libera la fachada del soporte de la estructura. El edificio se convierte en un contenedor libre para albergar un nuevo programa de vivienda. Se proponen tres tipologías distintas dentro de un mismo volumen que se relacionan en el tiempo ya que pueden ser usadas de manera cíclica desde la juventud a la vejez.

La primera es una pieza de 35m2 con una pared técnica donde se alberga linealmente el programa y las instalaciones de la vivienda dando la capacidad de multiplicidad. La segunda es una vivienda de 45m2 con un único núcleo central donde está el baño que no sólo cumple su función sino que relaciona, organiza y distingue el espacio día-noche. La tercera es una vivienda de 60m2 con volúmenes cerrados, espacio día-noche, pero a la vez relacionados por un núcleo de instalaciones y unos balcones de colores asimétricos.

La fachada muestra esa libertad interior y la expande hacia el exterior como una explosión de color en sus aberturas. Los colores cogen diversas escalas y formas y pintan espacios distintos para cada una de las tipologías. El color alcanza la esencia del lenguaje y es capaz de comunicar, provocar y trasladar a una nueva dimensión pictórica y contemporánea.