Alternatural es un proyecto que no corresponde propiamente a las categorías habituales pero que se relaciona complejamente con lo escultórico, lo arquitectónico y lo paisajístico, y que invita a una reflexión en torno a nuestra relación con la naturaleza.
Comprimiendo el espacio en el que se asienta y generando un hueco o vacío que debe ser llenado de significado a través de la propia experiencia, posibilita renunciar a una imagen pacificada de lo natural en favor de una concepción más compleja que debemos renegociar. Como una membrana que conecta una pradera (la artificialidad de una naturaleza domesticada) y un bosque (lo salvaje) ofrece un tránsito temporal desde donde podemos recalibrar estos límites y desmontar nuestra visión binaria, para tratar así de difuminar dualismos tales como naturaleza/cultura, humano/animal, territorio/paisaje y dentro/fuera.
La construcción consiste en una estructura de cuadernas de madera con un acabado exterior en mortero bastardo de cemento, cal, arena y óxido de hierro negro, de 13 metros de longitud y con una altura que va variando entre los 1,80m y 2,80m.
El revestimiento de la estructura, desarrollado con un mortero bastardo de cemento mezclado con óxidos de hierro negro y material orgánico, funciona tanto como protección como sustrato para alimentar a otras especies no humanas. Los insectos, las pequeñas plantas o liquenes que habitan la zona, habitan la piel de un pabellón que se replantea la arquitectura como un agente que debe incluir otras especies como cohabiantes. Alternatural es una arquitectura para un futuro de coexistencia, en el que se tratan de difuminar los límites entre lo humano y lo no humano.