SMS (iniciales de cada uno de los habitantes de este proyecto) más que un edificio, es una estructura afectiva. Una respuesta espacial a una forma determinada de entender las relaciones de amistad, de pareja o de familia. SMS es la conversión de un edificio plurifamiliar en un edificio familiar.
El proyecto comienza con la búsqueda de un espacio capaz de albergar a una estructura de 3 personas, con la intención de vivir en un espacio que se adapte a ellas y no a la inversa. A pesar de ser un aspecto totalmente relegado por parte de la arquitectura, defendemos esta labor como fundamental a la hora de construir un espacio, especialmente si se trabaja con la premisa de adaptar un edificio preexistente, evitando demoler para construir.
Los condicionantes normativos, económicos, financieros y contextuales dieron como resultado la compra de un edificio plurifamiliar construido en los años 60 en el sur de Madrid. El objetivo de este proyecto es la transformación de un edificio plurifamiliar en un edificio familiar, en el que lo común prevalece frente a lo individual.
La aparición del concepto de división horizontal, fruto del aumento de propietarios en los edificios residenciales y comerciales, generó a su vez la aparición de las zonas comunes. Independientemente de aquellas comunidades que cuentan con espacios exteriores, fundamentalmente los comunes se concentraban en un elemento vertical: el acceso y las escaleras. La creciente atomización de la sociedad, especialmente en grandes ciudades, en unidades con poco o nulo contacto entre sí, han convertido estos espacios, que antaño pudieron ser de relación, en espacios oscuros y fríos, relegados exclusivamente a su parte más funcional: dar acceso a las distintas plantas. SMS busca revertir este proceso convirtiendo la antigua escalera comunitaria en el elemento vertebrador del proyecto.
Por una parte se amplían los huecos existentes incrementando la iluminación natural y se abren óculos a cada una de las viviendas. Por otra parte se abren huecos a las cocinas de cada planta, generando una barra a la que acceder desde lo que era el descansillo, expandiendo un uso individual al espacio colectivo.
La proporción aproximada de espacios públicos y privados de un edificio habitual es aproximadamente de un 20% - 80%. SMS trata de invertir este porcentaje difuminando la división entre espacios privados y públicos de forma gradual. Cada una de las plantas del edificio se corresponde con una vivienda como tal, pero el espacio puramente privado se reduce a dormitorios y baños, cediendo el uso libre de salones, cocinas y terrazas a todos los habitantes del edificio. Como consecuencia, desaparecen las cerraduras en las puertas de acceso, convertidas ahora en elementos pivotantes de suelo a techo, que facilitan el acceso a todo el que quiera. La cerradura del edificio pasa a ser una, ubicada en el portal.
Al igual que muchos otros edificios de las zonas urbanas, este no contaba con un patio comunitario, habiendo agotado la edificabilidad extendiendo la planta baja hasta el límite de la parcela. Con el fin de ampliar las zonas comunes exteriores, se demolió parcialmente la estructura que ocupaba la planta baja para crear un patio comunitario y una terraza en planta primera, que se suman a la terraza existente en planta segunda y la azotea comunitaria para generar una red de espacios exteriores para disfrutar en distintas fases del día. Para facilitar el acceso al patio, se introdujo una escalera de acceso desde el espacio de la escalera comunitaria.
A nivel constructivo se ha mantenido la estructura original del edificio, demoliendo exclusivamente la tabiquería y la parte del edificio que ahora ocupa el patio. A nivel energético el edificio funciona como una unidad, compartiendo instalaciones y la generación de energía gracias al uso de un sistema fotovoltáico ubicado en la cubierta del edificio.
La fachada exterior del edificio se mantiene prácticamente inalterada, siendo este proyecto fundamentalmente de adaptación interior. SMS quiere generar un precedente que ayude a evitar demoliciones innecesarias, animando a repensar y adaptar la herencia constructiva con la que contamos.