Palanques

Palanques se encuentra en la comarca de Els Ports de Castellón, delimitado territorialmente por Zorita del Maestrazgo, Forcall, Morella y la provincia de Teruel. Es una pequeña población, de unos 30 habitantes, situada, a modo de atalaya, en la pendiente de un “cingle” o montaña inclinada, a 675 metros de altura.

La cuarta piel fue invitada a trabajar aquí en el marco de CONFLUÈNCIES. Intervenciones artísticas en el medio rural, un proyecto de activaciones artísticas en los pueblos más pequeños de la Comunitat Valenciana, dentro de la línea de acción de l’IVAM al territori. Una línea que pretende abrir, desplazar y descentralizar el museo más allá del espacio físico de su sede principal, en diálogo con otros contextos e instituciones.

El reloj

En nuestra primera visita a Palanques, en diciembre de 2022, las campanas daban la hora con 23 minutos de retraso. En el bar del pueblo esta imprecisión parecía generar atención a la par que indiferencia. Allí nos contaban que el sistema del reloj se ajusta cada año con las campanadas de Nochevieja, pero con el transcurso de los días y sin nadie que lo atienda, el reloj va perdiendo precisión.

Las campanas de Palanques se rigen por un antiguo sistema de ruedas y engranajes. En estos relojes, el desajuste es algo inherente a su realidad material; la grasa de sus correas se hace más fluida en verano, haciendo que el reloj se adelante, y más sólida en invierno, generando retrasos.

Entendemos este desplazamiento como una oportunidad para trabajar las tensiones entre un tiempo universal estandarizado y el tiempo vivido por las vecinas del pueblo. Al no saber exactamente cuando van a sonar, las campanas de Palanques generan cierta expectación, una emoción casi infantil. Nuestra intervención quiere capturar y celebrar esta sensación como evento.

Mecanismo de escape

''Mecanismo de escape'' consiste en una homotecia de la propia campana, haciendo hincapié en su estado latente. Todos los días a las 19h y durante los minutos de desfase del campanario, una placa situada a 300 metros del campanario reproduce las frecuencias inaudibles de la campana a través de las reverberaciones de un nuevo material. Cada accionamiento del sistema es un momento singular que tiene la campanada como colofón, en un intento por reconciliar el tiempo del reloj con el tiempo abierto e inasible de la experiencia.

El sonido de la campana, incita a pensar el tiempo como una serie de pulsos homogéneos que segmentan nuestra experiencia. Su cuerpo metálico, sin embargo, alberga una oscilación constante a 194hz que evidencia el tiempo como un continuo. Sus grietas, peso descomunal, su aleación o su superficie oxidada son las connotaciones materiales que devienen en un timbre, en la propagación del sonido y en un tono característico que marcaba los ritmos allá donde llegaba su tañido.

La hora en Palanques

A través de la web http://horapalanques.com/ un repositorio digital registra, cada día, los desfases variables entre la hora de Palanques y la hora estándar universal.