El exterior nos muestra un volumen sencillo, contundente, impenetrable, hermético. Por contraste, el espacio interior que en él se esculpe resulta complejo, luminoso, inesperado y sorprendente.
Cuando uno pasea por este barrio se da cuenta de la opacidad que presentan las casas aquí construidas. Son construcciones murarias, petreas, duras, opacas, cerradas hacia la calle. Muros rugosos salpicados de minúsculas aperturas. De esta primera lectura se desprende la primera voluntad del proyecto, que es la de mentener la opacidad de esta nueva vivienda hacia la calle.
Otro punto de partida han sido las maravillosas vistas que tiene el solar hacia el poniente. Unas vistas que no pasan desapercibidas. El solar como punto de vigía, desde donde se puede extender la vista hacia el horizonte. Así pues la estrategia está servida: la casa no quiere mirar la calle, quiere mirar el paisaje.
Se define de entrada un envolvente, una carcasa, definida por tres muros de hormigón que delimitaran la calle y las dos medianeras. En cambio, el cuarto lado del perímetro será totalmente abierto, pautado por una celosía de piezas verticales de hormigón que nos protegeran del sol. Hacia la calle las aberturas seran mínimas, hacia las vistas no habrá obstáculos. Se define, por tanto, un volumen sencillo, geométricamente claro, contundente, opaco.
En contraposición con la sencillez exterior, el interior deviene complejo, dilatado, luminoso, abierto, claro. La casa, tal y como sucede en las casas palacio de la tradición mallorquina, está dominada por un patio central, de proyección cuadrada. Este patio está abierto al cielo y al paisaje. La casa gira alrededor de este patio. La casa se alimenta de él. Es un patio esculpido en la masa. Encontramos jardines colgados. La cubierta se recorta parcialmente. Un gran porche acompaña nuestra llegada. En el interior propiamente dicho, continua siendo el espacio quien protagoniza la disposición de las diferentes piezas. El interior es combinación de múltiples secciones. Las visiones se multiplican. El espacio se dilata en vertical hasta los nueve metros de altura. Entradas de luz inesperadas. Visiones recortadas del patio. Perspectivas en diagonal. El espacio da a la casa un carácter fantástico –de fantasía-, imaginario, inesperado, sorprendente.