Necesitamos menos edificios programados, menos edificios funcionales.
NECESITAMOS ESPACIOS PROGRAMABLES. NECESITAMOS EDIFICIOS USABLES.
Edificios capaces de atraer gente y sus actividades y servir a distintos propósitos según sean requeridos.
El tejido industrial de las ciudades ha estado condenado desde su nacimiento a hospedar actividades productivas de poco atractivo para la población de las zonas residenciales adyacentes.
El objetivo fundamental de este proyecto no es proponer programas híbridos para estos tejidos. Si la hibridación fuera una idea mínimamente viable, ya habrían sido construidos muchos de los ejemplos que pueblan las publicaciones de arquitectura.
Proponemos la creación de soportes para nuevas actividades. Alojamientos de actividades terciarias que no por estar situados en tejido industrial tengan que sufrir las calamidades que van asociadas a estos tipos de edificios. Proyectamos este entorno.
Proyectamos un lugar público, tecnológicamente avanzado, ecológicamente consciente y socialmente activo.
Espacios indeterminados, pero totalmente controlables por el personal del edificio, permiten que sucedan una infinidad de actividades. En la documentación gráfica hemos desarrollado un ejemplo de adecuación del sistema al alojamiento de una PYME TECNOLÓGICA y CENTRO DE FORMACIÓN.
El proyecto pretende convertirse en el nodo de la vida social del polígono y de su entorno, convirtiéndose en un poderoso atractor de personas y actividades. Se configura como un soporte de lugares. Sitios donde trabajar, dar clase, tomar café, encontrarse,...socializar.
Las redes de comunicación inalámbrica y los dispositivos portátiles crean campos de presencia continuos en todo el edificio. El sistema arquitectónico se adapta a las capacidades creadas por las nuevas tecnologías ya en pleno desarrollo y uso por parte de la sociedad.
El proyecto es, en cuanto a su uso, un sistema evolutivo abierto.
Los espacios responden a un programa requerido en un momento determinado, pero no se ciñen a la satisfacción funcional del mismo.
Son espacios versátiles y transformables.
La forma no sigue a la función, la forma se adapta al uso.
El proyecto trata de poner a disposición de los usuarios un espacio abierto en sus posibilidades.
Puede ser compartimentado con soluciones convencionales de tabiquería de oficina y sus cualidades no sufrirán.
Pero también puede ser entendido como alojamiento de formas de trabajo contemporáneas de oficinas de planta libre y entornos altamente tecnificados y la calidad de sus espacios y relaciones será un valor añadido.
Diseñamos un sistema de ocupación espacial.
La célula hexagonal nos da una serie de ventajas operativas.
La capacidad topológica de conexión con celulas adyacentes se multiplica.
Mejora la capacidad de orientación del sistema. No estamos restringidos a mantener la orientación determinada por la parcela. Tenemos cuatro direcciones más sobre las que organizar el proyecto.
Desde la idea de una organización horizontal a partir de la combinación de células de dimensiones idénticas pasamos al estudio de las posibiliades tridimensionales de esas células.
Para posibilitar las relaciones de intercambio con el exterior diseñamos un sistema perfectible de cubiertas inclinadas.
A partir de una pendiente de faldón calculada para una óptima captación solar construimos las pirámides hexagonales.
Truncamos las pirámides con un corte oblicuo orientado a norte. Convertimos esas nuevas superficies en lucernarios para captar la luz del norte. Conseguimos así un aumento de la calidad ambiental en el interior de los espacios sin apenas sacrificar la superficie de captación solar.
El tamaño y la inclinación de los lucernarios determina las condiciones atmostéricas bajo los mismos pudiendo adaptar el sistema a las demandas de uso del proyecto.
La pendiente de las cubiertas y la apertura controlada de los lucernarios posibilitará la circulación de corrientes de aire que mejoren el acondicionamiento pasivo del edificio.
El encuentro de los faldones inclinados en el interior del proyecto permite también la optimización de la recogida de aguas pluviales pudiendo redirigirla para el uso sanitario y el riego de los espacios interiores ajardinados.
Una organización controlada del espacio libre del proyecto mejora su calidad espacial.
Las células oxigenadoras, los patios que insertamos en el tejido del proyecto, son los que completan la idea de incremento de potencial. Se convierten en pequeños oasis en el interior del edificio, funcionando como atractores para los usuarios.
Proponemos el trabajo con una enorme sencillez constructiva.
Estructuras metálicas prefabricables en taller en base al desarrollo modular del sistema producirán un ahorro de costes.
Envolvemos el proyecto con cerramientos de alta versatilidad.
Un sistema de fachadas practicables configuran toda la envolvente vertical del edificio. La variación de la orientación de las lamas genera diferentes condiciones de aislamiento térmico-acústico y de visibilidad y percepción del entorno. El edificio se abre al exterior en toda su envolvente, pero mira de forma discreta.
Las celosías exteriores atrapan o reflejan la luz dependiendo del grado de incidencia. La capa exterior convierte el edificio en un camaleón que lo mismo se torna un reflejo que una linterna en la oscuridad.