Un edificio con ideas propias, varias ideas en un edificio. El enfrentamiento a un proyecto de vivienda unifamiliar para una pareja joven, parece un escenario idóneo para la investigación y el cambio en la concepción tradicional de este tipo de viviendas. Ello nos permite la creación de espacios con un carácter más amable y acorde con los tiempos que corren, buscando espacios que permitan la convivencia de usos y la colaboración entre ellos.
Las escasas dimensiones de la parcela y los condicionantes de la normativa del PGOU local, hacen que la superficie a edificar se vea reducida considerablemente, esto y la apuesta por la intimidad del promotor, nos llevan a buscar una vivienda independiente, situada en un entorno de viviendas adosadas, esto es posible gracias a que es una parcela en esquina, donde todas las dependencias pueden estar iluminadas y ventiladas a través de sus fachadas y se aprovecha la medianera para colocar un patio y las comunicaciones verticales, dejando las zonas de estancia de la vivienda completamente aisladas y sin problemas de ruido con las edificaciones vecinas.
La presencia de las montañas de la Subbética en su fachada Este, nos proporciona una gran pantalla hacia la que mirar, un ventanal en la habitación principal busca que las miradas del edificio se dirijan hacia dicho entorno emblemático, garantizando un paisaje de riqueza visual.
La obligatoriedad de un retranqueo de 4 metros en fachada nos permite el acceso a la vivienda en pasarela y la traslación del jardín de entrada a una cota inferior, ganando otro espacio verde al solar con un árbol en su interior que nos permite de alguna forma vivir en la copa del árbol.
La fachada Sur se ofrece con movimiento a la zona verde, intentando hacer participe a la edificación de dicho espacio para la ciudad, unas terrazas y un juego con las posibilidades de salientes abiertos y cerrados que ofrece la normativa, nos permiten crear este juego que convierte a la vivienda en una zona mas del espacio verde.