Hoy en día, gran número de edificios singulares de carácter industrial están siendo recuperados para estos fines (Matadero Madrid, Hangar Barcelona, etc). El Pabellón de Bancadas, por su localización y características espaciales, se presenta como un perfecto contenedor que supla las carencias de espacios de ensayo en la ciudad.

Bajo esta perspectiva,  el centro MADRID ENSAYA nace con la voluntad de convertirse en lugar de encuentro y formación de los ciudadanos en torno al mundo de la creación artística y la cultura, proporcionando a creadores y compañías de diversas artes la posibilidad de contar con nuevos espacios para la experimentación y la producción, de los que actualmente carece la ciudad.

Por su dimensión urbana, se propone una arquitectura capaz de recualificar el entorno físico del recinto ferial de la Casa de Campo, un espacio cívico para el conocimiento y el intercambio entre creadores y ciudadanos en torno a nuevas manifestaciones artísticas.

El edificio que proponemos cuenta con grandes espacios abiertos, propiciando el encuentro y la producción de actividades humanas. Se tratará de un centro de producción capaz de incentivar, multiplicar e intensificar las relaciones en torno a las nuevas manifestaciones y formas artísticas de hoy del futuro.

DESCRIPCIÓN DE LA PROPUESTA

El proyecto se desarrolla alrededor de los espacios de encuentro y relación del edificio, entendiendo estos como lugares de socialización entre creadores, productores y ciudadanos, y por lo tanto, potenciadores creativos.

El edificio cuenta por un lado con módulos de ensayo y estudio, cuerpos que emergen de manera independiente y con una nueva piel estanca y hermética dentro del contenedor existente, generando las condiciones acústicas necesarias, y por otro, unos recorridos que los articulan, entrelazándolos y dando lugar a espacios de reunión y creación más abiertos y de un carácter más flexible.

La cubierta dota de uniformidad al conjunto, ya que los módulos la tocan de manera puntual, buscando entradas de luz en los espacios de ensayo. Se percibe entonces un único plano inclinado bajo el que se permite que la mirada atraviese el edificio de una manera continua, respetando la concepción original del edificio.

De manera coherente con el entorno en que se ubica el edificio, la Casa de Campo de Madrid, se dota al edificio de una cubierta verde compuesta de vegetación autóctona a base de arbustivos y herbáceos aromáticos, que necesiten de un mantenimiento mínimo.