El edificio se inserta en el parque: compacto y rodeado de espacio libre, una pieza con cierta singularidad discreta y elegante, cuya forma nace de la economía de gestos que ayudan a un edificio sencillo a articularse con el entorno urbano, invitando asimismo a recorrerlo.

Se trata de alojamiento para mujeres maltratadas y un centro de asistencia social, que se organiza entorno a un patio interior: al exterior se muestra de forma tensa y moldeada, mientras que en su interior las galerías presentan una relación más distendida entre los espacios comunes y las viviendas. Los alojamientos se ajustan para evitar testeros y medianeras 'ciegas', girando la vivienda para conseguir así en todo momento un volumen continuo, que mira hacia el parque y se mira.  La cantautora ‘Bebe’ le pondría naturalmente la música…

Con fachadas masivas y huecos controlados y protegidos hacia las calles, el edificio se abre hacia el patio a través de una galería de circulación tamizada por una piel vegetal compuesta por plantas trepadoras que colonizan una malla metálica de densidad variable. la galería se comporta como un filtro de intimidad para los alojamientos, aportando un fondo cambiante al patio y favoreciendo la ventilación cruzada. Las viviendas se orientan Este-Oeste, garantizando el óptimo asoleo de sus piezas y espacios interiores.

Atendiendo a criterios de compactación del programa y máxima economía de medios se proponen todos los Servicios Comunes y Asistenciales en Planta Baja del edificio. Al Este las áreas administrativas, y al Oeste, hacia el espacio libre arbolado, los Servicios Comunes (Ludoteca, estar-comedor y sala de usos múltiples).