La madera y sus cualidades, no solo técnicas (aislamiento, facilidad de montaje, aprovechamiento sin residuos) sino también culturales y somáticas (la conciencia de un habitar sostenible y la calidez de sus texturas), determina todo el proceso de obra y resume las ventaja de éste, al mismo tiempo que dota a la casa de sus características terminaciones y de un carácter eminentemente natural y amable.

El proceso de obra se reduce drásticamente desde los habituales 13-14 meses en construcciones de este tamaño (120-140m2) hasta los 4 meses y permite disponer de la casa en aproximadamente 8-9 meses desde el primer dibujo, abaratando costes de obra al minimizar transportes, desplazamientos y reduciendo las fases de gestión. El despiece de madera laminada de alta resistencia se modula para incluirse en un único transporte en camión desde la fábrica austriaca y el montaje a cargo de mano de obra especializada (3 personas) se reduce a 5 días. 

La casa se construye sin excavación ni movimiento de tierras y aprovecha colocarse a la sombra de un conjunto de árboles existentes, ensayando una forma de vida esencial, con huerto propio, generación de energía mediante paneles solares y sistema de chimenea de leña y acumulador a radiadores, lo que calienta la casa sin consumo de electricidad ni de gas. Las cubiertas planas se cubren con un sistema multicapa de cubierta vegetal Intemper, favoreciendo el aislamiento y la integración paisajística de la casa.