Adecuación del Patio de armas en el Castillo de El Real de la Jara, Sevilla
Una manta densa, pesada y amable, recortada lo justo y necesario para hacer de un interior descarnado un espacio para la gente.
Las condiciones determinantes del proyecto fueron un presupuesto muy limitado, determinado por la administración promotora, preservar la protección patrimonial del castillo, respetar la intervención arquitectónica realizada anteriormente por otro equipo sobre las murallas y garantizar que la intervención permitiera el uso del patio de armas como un espacio público para el pueblo.
Dada la situación del castillo, propia de los enclaves defensivos, en la cima de una colina, la pronunciada pendiente del patio de armas, nos decidió a trabajar aprovechando el terreno natural y tratando de minimizar la intervención sobre el mismo, casi como si tendiéramos una sencilla manta que nos permitiera disfrutar del espacio.
Así nos limitamos a escalonar levemente el terreno para hacerlo accesible, construyendo unos pequeños muros de contención, con los que al mismo tiempo generaremos bancos para la celebración de eventos, y otros muros de contención mayores para controlar las rampas con las que garantizamos la accesibilidad universal a todo el espacio usable. Las zonas sin tratamiento del espacio del patio responden a una aproximación múltiple, por un lado revelar el espesor de la “manta” tendida en la intervención y por otro, son testimonio de las limitaciones presupuestarias y de la preexistencia del terreno natural en el interior del castillo.