Esta casa se entiende desde el interior, desde el habitante que vive dentro, y no desde el observador que contempla pasivo el objeto.
Dos condicionantes se nos ofrecen a la hora de empezar el proyecto, primero: en el solar existe una pequeña ruina de gruesos muros de piedra y segundo: el propietario se dedica a la construcción en piedra.
A la hora de edificar una pequeña vivienda dentro de una importante extensión de terreno llano, es fundamental que la edificación delimite y abrace algún trozo de espacio exterior.
La propuesta hace dos operaciones principales:
La primera consiste en ampliar este recinto hasta apurar la normativa, aproximadamente tendrá proporciones cuadradas.
La segunda consiste en delimitar un espacio cubierto dentro dentro de este recinto.
Así la vivienda es capaz de abrazar algunos trozos de espacio exterior.
Así el espacio exterior se domestica, se acota, se delimita.
Así el interior y el exterior empiezan a confundirse, surgen espacios in-between.
Así el interior y el exterior son las dos caras de la misma moneda.
Así los diferentes límites que recintan la casa se entienden como carcasas que protegen al habitante.
Esta casa se entiende desde el interior, desde el habitante que vive dentro, y no desde el observador que contempla pasivo el objeto.