El lugar como base de la propuesta:
El terreno donde se ubica el edificio es un frondoso pinar.
El edificio se pone de puntas sobre el terreno.
El edificio se eleva entre las copas de los árboles.
Los árboles cobran protagonismo.
Condición de bisagra:
El edificio se situa entre el núcleo urbano y el parque natural de Sa Morisca.
El edificio tiene condición de límite.
Por un lado muestra una fachada rígida, representativa; por otro abraza el pinar.
El umbráculo, un epacio regalado:
El edificio se eleva del suelo.
En planta baja da lugar a una enorme plaza a la sombra del propio museo.
Optimismo y representatividad:
Las bases del concurso plantean que el nuevo museo sea un edificio representativo.
Se utilizan las curvas y medias cúpulas para rematar el edificio, a fin de relacionarse con las cúpulas y bóvedas que desde siempre han rematado los edificios más representativos.
Estas medias cúpulas sol al mismo tiempo elementos de relación del museo con el exterior: son receptores energéticos, son captadores de luz, son entradas de aire fresco, son también los ojos del visitante hacia el cielo.