A menudo la vivencia de los espacios turísricos se basa en el consumo acelerado de la cultura típica, desplazando otras posibilidades. m1ml trata de interferir en esta rutina en el Barrio de Santa Cruz de Sevilla, con la irrupción de un paisaje sensorial inesperado que juega con el imaginario turístico del barrio y a la vez lo desafía, entre lo familiar y lo extraño.
Una estructura metálica que invita a ser fotografiada sirve de soporte a más de cien macetas de cinco especies aromáticas autóctonas diferentes: romero, lavanda, tomillo, jazmín y dama de noche. El olor embriaga al paseante y lo invita a acercarse y tocar y explorar el artefacto. En su entorno surgen pequeños encuentros, sonrisas cómplices, preguntas, conversaciones...
El artefacto cuenta con un sitema de iluminación autosuficiente fabricado con objetos domésticos cotidianos. Asimismo con un sistema de iluminación led interactivo que estimula el crecimiento de las plantas y la eliminación nocturna de dióxido de carbono. Los minutos de iluminación son proporcionales a las postales que turistas y transeuntes envían a la web del proyecto.
Toda esta actividad inusual, que duró dos meses, fue emitida en tiempo real al Centro Andaluz de Arte Contemporáneo, en forma de postales turísticas "robadas" al día a día.
Si bien la estructura metálica y las plantas remiten al imaginario idílico del barrio que persiguen los turistas : los balcones, las macetas, los herrajes,.. la "jaula" que encierra las plantas y el sistema de vigilancia remite al hiper-control del espacio público urbano.
Como parte del proyecto, se organizó una mesa redonda para conversar y discutir estos temas con diversos expertos y la asociación de vecinos del barrio. El desmontaje de la instalación se transformó en una acción urbana: Un deseo, una Maceta. m1ml explotó en casi cien macetas y a cambio el barrio se quedó con otros tantos deseos de los habitantes.