El primer día de taller estaba dedicado a visitar territorio de L´Alfàs; un día soleado, que nos permitió comprobar porqué era un buen lugar para vivir. En breve, nuestras intuiciones, resumieron su complejidad, al describirlo como un ámbito heterogéneo tanto en su morfología física como social.
Colonias de noruegos, británicos, paisanos… habitando en núcleos dispersos; entre el pueblo, los reductos de campos, la playa del Albir, en las urbanizaciones… Una dispersión buscada por los que vienen de fuera, en cierto modo, para favorecer la privacidad. El ideal de la atalaya, de un retiro tranquilo en un lugar cuyo clima favorece la estancia, la sensación de pequeño paraíso. Pero el precio de este modelo de vida es la apropiación extensiva del territorio, que para garantizar el confort, debe acompañarse de las infraestructuras suficientes; lo que se traduce en el detrimento, o un mayor precio, de la sostenibilidad de este modo de vida.
Mientras llegábamos a esta conclusión, Ramón en el margen del camino que bordeaba una plantación de naranjas a punto de ser abandonada, nos explicaba “la realidad del campo alfasino”. Contaba la inminente desaparición de los campos porque no rentaban a los hijos. Para los que escuchábamos, auguraba la perdida de “la población verde”, momento que Antonio Abellán aprovechó para preguntarle que era para él “el corredor verde” -el leitmotiv de la futura planificación urbana- A lo que él respondió que eso tenía que decírselo él, que para eso estábamos allí toda aquella pandilla uniformada del PH08.
Ana Pons -como le correspondía en su condición de bióloga- enseguida argumentó que científicamente se trataba de conseguir una continuidad en el territorio para conectar ecosistemas, posibilitar su relación y favorecer la biodiversidad.
El mensaje de la definición científica de Ana, confrontado con aquellas intuiciones,que habíamos fraguado acerca del territorio, llegaba para nosotros -el grupo06- interpretado en la posibilidad de “el corredor verde” como “infraestructura ambulante” que haría posible acercar los diferentes sistemas identificados en esa heterogeneidad social y física y favorecer al mismo tiempo la diversidad de pobladores.
“El corredor verde” podría incentivar la comunicación entre los distintos intereses culturales, sociales, económicos… que pueblan L´Alfàs, el conocimiento parece ser una buena base para el entendimiento y el comienzo para emprender nuevas relaciones en común. Por eso el corredor debía informarse, almacenar esta información y mostrarla a los demás. Para lo que se crearía un perfil en la red que almacenara esos datos y los pusiera a disposición de quienes quisieran consultarlos. A través de su perfil virtual, podrías ponerte en contacto con él, en caso de necesitar su servicio como infraestructura física en activo.
Debía poner en relación a los habitantes con el territorio mostrándoles las virtudes que lo hacen ser el lugar ideal para vivir haciéndoles percibir que deben permanecer para que sigan identificando este territorio como su hogar. Para ello estaría programado para proponer los lugares más idóneos para la realización de la actividad solicitada.
Sería un servicio público que equipara lugares generando “espacios públicos eventuales” Uno de esos servicios prestados podría ser posibilitar la reunión festiva, como evento que no entiende de culturas o clases sociales, que homogeniza entorno a la diversión a aquellos que la disfrutan….o ser una derivación móvil de la biblioteca municipal, un dispensador de productos de la tierra , un grabador de cuentos en la colonia noruega para luego contarlos en la escuela del pueblo, un cine en la calle de aquella lejana urbanización…o todo lo que se os pueda ocurrir, un facilitador de acciones colectivas.
Una “infraestructura ambulante” en activo mientras que los proyectos del resto de los grupos del PH08 pasaran de la utopía a construir “esa realidad alfasina mejorada” con la que soñaban.
Una nueva acepción de “el corredor verde” a la que la incertidumbre de Ramón, le aportaba la condición de rumor, que le otorgaba un extraordinario potencial para identificar aquel lugar; más allá de la consolidación física de los barrancos como zonas verdes, que de manera muy reductiva, es de lo que se trata “el corredor verde”, en términos de planificación.
Un referente basado en una ilusión, en una leyenda, como “el monstruo del lago Ness”, un elemento de identidad para un lugar, sin la necesidad siquiera de una forma concreta, o tantas como la rumorología quisiera difundir.
Atendiendo a estas cuestiones “el corredor verde” se definió como una estrategia en tres fases:
FASE I:
Durante el taller nosotros –el grupo 06- seriamos el corredor verde. En esa semana, ataviados con un mono blanco que llevaba grafiado el icono del corredor verde, los integrantes del grupo, nos convertiríamos en una “infraestructura humana” con la misión de:
- Informar mediante diversos encuentros, propiciados por Kim -el corredor verde local de enlace-, con algunos los habitantes de L´Alfàs, que representaban intereses diversos. A la vez que se les informaba acerca del taller, la conversación mantenida con ellos, nos servía para profundizar acerca de porqué habían decidido vivir en aquel lugar, y que creían que debía permanecer para seguir sintiéndolo su hogar, o en que les gustaría implementarlo.
- Activar en aquellas charlas, descubrimos que era necesario fortalecer su vinculación con el lugar. Pensamos que la mejor manera era pasar a la acción facilitando eventos que hicieran confluir sus intereses-sus necesidades- y los nuestros - que descubrieran lugares de su propio entorno que pese a estar tan cerca les eran ajenos, o desconocían la oportunidad de uso que suponían-
Acción 1:
Un grupo de adolescentes, con problemas de desarraigo familiar, necesitaban un lugar al salir de clase. El corredor verde les puso en relación con un antiguo invernadero municipal y les facilitó lonas y pinturas para acondicionarlo. Mediante sus grafitis en las lonas -que habían sido colocadas a modo de cerramiento reconstruyendo la nave del invernadero- lo hicieron suyo durante dos horas que celebramos con una merienda picnic –zumo de naranja y lacasitos- al final de la actividad.
Acción 2:
El corredor acompañó a un grupo de niños hasta un limonero, les ayudó a preparar el zumo que beberían juntos en la merienda.¡ Se sorprendieron de que el zumo saliera de los limones del jardín y no de la despensa que mamá llenaba tras su visita al supermercado! Prometieron” al corredor” que cuidarían de aquellos árboles del huerto del abuelo.
Acción 3:
El corredor verde iluminó la explanada de la “Finca Roca” y construyó la barbacoa en la que después cocinaría, la cena que compartieron junto a Rina Milton y sus amigos; que pudieron cumplir por una noche su deseo de disponer de un lugar en el que compartir charlas y bailar salsa.
Acción 4:
El corredor verde escenificó en el mercadillo de L´Alfàs la posibilidad de un futuro en el que los abastecería de energía limpia. A su vez simbolizaba su presencia en el mercado como uno de los puntos fijos en los que se le podría encontrar para acceder a su información y solicitar su servicio.
FASE II:
Con material de desecho del depósito municipal, y utilizando un chasis de su parque móvil, fabricamos un prototipo de “el corredor verde”.
Su primera misión debía equipar el evento final del taller, un prototipo para la fiesta..
En él, informaría acerca de las propuestas de todos los grupos mostrando imágenes de los trabajos; dando a conocer públicamente la posibilidad de esa “nueva realidad alfasina” soñada por los equipos del PH.
Una vez terminado el prototipo “el corredor verde”, los prototipos humanos desapareceríamos para darle paso.
Al terminar la exposición de los resultados del taller, en la sala de exposiciones de La Fundación Frax,” el corredor verde” llamó a todos los asistentes a que le siguieran en procesión. Como si del flautista de Hamelin se tratara, se fueron sumando al cortejo los que salían a su paso.
Emitía un intenso color verde que se diluía entre la niebla de su respiración entrecortada, mientras mostraba imágenes de los proyectos del taller y proclamaba por la calle:
“El corredooooor verde ha llegado a L´Alfàs del Pi. Estoy muy feliz de estar aquí. Soy capaz de informar, registrar, comunicar, conectar. Habilito los lugares que necesitas, cuando los necesitas. Proporciono energía limpia. Soy un grabador de acontecimientos, un registrador de eventos sucesivos. Soy la primera aproximación a una realidad urbana alfasina mejorada.
La realidad alfasina mejorada comenzó con las acciones de seis corredores verdes en formato humano que me crearon. Su actuación acaba con mi creación. Ellos se autodestruirán y yo seguiré actuando hasta que las condiciones mejoradas hagan innecesaria mi presencia. Yo también me autodestruiré; pero hasta entonces sigo grabando, comunicando, informando, energizando, conectando…muy feliz en L´Alfàs del Pi. ¡El corredoooor verde!”
Se detuvo sobre el puente “donde se encuentran el agua dulce y el agua salada”, para señalar aquel lugar de oportunidad. El principio y el final de lo que puede llegar a ser “el corredor verde natural”.
Con la admiración de todos, levantó una enorme guirnalda de luces, momento en el su voz se transformó en la música que había grabado de los participantes en el taller…¡y dio comienzo la fiesta!.
…y con ella la ilusión, la certeza del rumor de que “El corredor verde”, habita el L´Alfàs del Pi.
FASE III:
Cuando en un futuro se cumplieran todas las expectativas planificadas por el resto de los equipos,”la infraestructura ambulante”, “El corredor verde”, mutará afianzando el rumor al consolidarse como infraestructura virtual que habita en la red. Almacenará en forma de datos digitales todo lo aprendido y seguirá facilitando conexiones entre los habitantes de L´Alfàs y el territorio, siendo un referente por el que se conozca este lugar.
Quien entre en la red y busque el “Corredor verde de L´Alfàs del Pi”, encontrará toda la información acerca de una tierra fértil en relaciones y posibilidades.