“Miles de madrileños se convirtieron durante la Noche en Blanco 2010 en Alberto Santander, El Madrileño del Año, un ciudadano antes anónimo, que durante ese singular evento fue la imagen de la ciudad a través de miles de dobles suyos, que cambiaron el paisaje urbano de Madrid”.
Si los “15 minutos de fama” warholianos eran un vaticinio del totalitarismo de los medios de comunicación, “EL MADRILEÑO DEL AÑO” sólo sirve para utilizar lúdicamente esos medios y proyecciones mentales personales y convertir mediante un sistema participativo a un ciudadano anónimo de nuestra ciudad en un personaje <protagonista> durante la Noche en Blanco, en torno a cuya imagen (convertida en máscara, fetiche… en objeto) se generen dinámicas interactivas con el resto de acciones y eventos desarrollados en esta singular noche.
La búsqueda de un “Madrileño del Año” no intenta generar un compendio de identidades, un término medio partidista, una talla estándar, un modelo (la manera de operar de la mayoría de las marcas de prestigio existentes)… sino un ciudadano particular, anecdótico… singular con nombres y apellidos:
Alberto Santander Martínez.