El proyecto Centro de Día para Niños (Haus der Tagesmütter) es el primer edificio de un total de cuatro que en la actualidad están en proceso de construcción, como resultado de la implementación del 1º Premio conseguido en el Concurso Internacional Europan 9 en la ciudad alemana de Selb, en el año 2008. Este primer proyecto, finalizado en Septiembre de 2012, ha recibido varios premios internacionales, destacando el Premio Bauwelt 2013, el Premio COAM Luis M. Mansilla 2013, el Premio NAN Arquitectura 2013 o el Finalista en la XII BEAU 2013.
El Centro de Día para Niños (Haus der Tagesmütter) forma parte de una estrategia global urbana que tiene por objetivo re-activar el centro de la ciudad menguante (shrinking city) de Selb en Alemania. La intervención consiste en realizar pequeñas inserciones en el tejido urbano existente, orientadas a la población joven, que desencadenen una completa reactivación de la dinámica social de la ciudad, la estrategia puesta en práctica es la de una "Acupuntura Urbana Preventiva".
El Centro de Día para Niños (Haus der Tagesmütter) aloja un programa autogestionado por asociaciones de madres con el fin de cuidar a niños fuera del horario escolar, para ayudar a conciliar la vida laboral y familiar.
El sistema propuesto se caracteriza por la flexibilidad del sistema que consiste en organizar el proyecto en 6 bandas programáticas especializadas, que funcionan por adición. Con ellas se rellena el vacío existente entre los edificios completando así el frente urbano de las manzanas incompletas. La descripción del edificio recorriendo las 6 bandas es de la siguiente manera: la primera pieza es la banda amarilla, se trata de la comunicación vertical, el corazón que une los tres niveles de uso; la siguiente es la banda de juegos, es un espacio especial, ruidoso y por lo tanto independiente acústicamente, está organizado en niveles por edades de los usuarios –bebés, niños, madres-; la pieza roja es la banda técnica, contiene todas las instalaciones del edificio, espacios de almacenaje y baños; la pieza azul es silenciosa, con habitaciones para dormir y oficinas; el puente es un espacio abierto y permeable, no solo es una habitación exterior donde los niños pueden cultivar plantas, sino también una puerta urbana de acceso al parque comunitario; y finalmente la banda gris, es una pieza urbana de bajo coste con espacios para aparcamiento de bicicletas y para almacenaje de herramientas para mantener el parque, pertenece a la ciudad.
El proyecto resuelve cubiertas y fachadas con un mismo material en el sentido longitudinal de las bandas. La escala y el color de estas piezas se adaptan a la escala doméstica y al uso del edificio, integrándose en el paisaje urbano bávaro. El material de recubrimiento es de placas estancas romboidales de aluminio lacado en diferentes colores, a excepción de la banda de juegos, en la que se ha empleado policarbonato celular ondulado translúcido. Para los cerramientos perpendiculares, que recubren los muros de carga, el material escogido es policarbonato celular liso acabado satinado.
La especialización programática y espacial de cada banda es asimilada en el interior con diversos materiales específicos y con colores, creando un código que asocia color, uso, temporalidad de acción, acondicionamiento acústico y demanda energética.