Sarajevo, estructuralmente diversa y geométricamente compleja, tiene el rio “Miljacka” como eje natural y morfológico, con marcado carácter diferencial en la trama urbana de los dos lados. Fragmentos de la ciudad donde el urbanismo aún no ha borrado las huellas de los antiguos flujos. ¿Es el rio una barrera, o es el punto de encuentro entre las dos realidades urbanas? Un encuentro donde el transeúnte es el verdadero protagonista de esta historia.

Un puente, más que unir el punto A y el punto B, más que una simple sutura, es la infraestructura de un movimiento. Donde los diferentes ritmos del movimiento crean diferentes ambientes y espacios, y se suceden las experiencias sensoriales redescubriendo la ciudad y sus texturas con un movimiento “frame by frame”, cada fotograma congela un momento urbano diferente. El puente da respuesta, con el mismo lenguaje, pero diferente acento, a las dos orillas, creando el pretexto y contexto para nuevas actividades urbanas.