SISTEMA Y ADAPTABILIDAD. LA EXPOSICIÓN PULCHRA MAGISTRI. EL ESPLENDOR DEL MAESTRAZGO EN CASTELLÓN

La exposición Pulchra Magistri. El esplendor del Maestrazgo en Castellón supone la décima edición de un proyecto global de la fundación La Luz de las Imágenes dirigido a la conservación, restauración y difusión del patrimonio artístico y arquitectónico de la Comunidad Valenciana. El carácter simbólico de esta décima edición, unido a la coyuntura socioeconómica actual de las instituciones públicas valencianas, determina una muestra pensada de manera diferente desde su inicio. A partir de un presupuesto muy reducido en comparación a certámenes anteriores, la presente exposición  se plantea como un evento cultural de gran poder articulador a partir de la intensidad de elementos sencillos que organizan un recorrido artístico por siete edificios distintos de cuatro municipios diferentes: Culla, Catí, Benicarló y Vinaròs.  

El diseño expositivo de la muestra parte de un concepto fundamental condicionado por los factores de diversidad geográfica y arquitectónica de las sedes donde se desarrolla: la construcción de espacios iguales y diferentes que permiten una lectura conjunta de un diseño adaptado a las características particulares de cada edificio. El propio soporte de las obras artísticas, protagonistas innegables de la exposición, se plantea como un elemento que potencia la lectura global del recorrido de la muestra en las distintas poblaciones a través de una identidad constructiva clara. La legibilidad del sistema planteado ofrece al visitante una visión reconocible del proyecto, independientemente del espacio donde se encuentre, de forma que la construcción del soporte expositivo actúa como articulador del discurso en las distintas sedes.

La elección del sistema desarrollado nace también con otra intención clara: construir un soporte con la menor huella posible sobre el edificio contenedor para potenciar la visibilidad de la arquitectura restaurada para la presente edición de La Luz de las Imágenes. Los edificios recuperados se plantean así como un elemento fundamental para la exposición y es por ello que el diseño expositivo busca en la ligereza la manera de conseguir una dialéctica entre contenedor y contenido que potencia el valor del conjunto. El hecho de que una exposición artística se desarrolle en un edificio de carácter religioso aumenta si cabe el interés de un espacio que aúna la representatividad arquitectónica con la importancia artística de las piezas expuestas. El diseño del soporte expositivo se convierte así en el hilo que cose esta relación entre elementos distintos y da lugar a un nuevo tipo de espacio cultural.

Junto a identidad y ligereza, el tercero de los conceptos que definen la intención del proyecto expositivo es la adaptabilidad. Esta premisa se hace evidente si consideramos que la exposición se desarrolla en siete edificios diferentes que van desde pequeños espacios municipales en Culla y Catí hasta iglesias de gran tamaño en las localidades de Benicarló y Vinaròs. La multiplicidad de escalas en estos siete contenedores hace de la flexibilidad un requisito necesario para el sistema propuesto. Además de la morfología diversa de cada uno de estos espacios, la propia naturaleza de las obras expuestas requiere de soportes de diferente formato. Esto se debe a que en la muestra aparecen piezas de muy distinto carácter que van desde la pintura hasta la orfebrería de pequeña dimensión, pasando por el textil y los documentos. Esta multiplicidad de formatos exige del soporte una versatilidad muy elevada.

La conjunción de estos tres requisitos está en la base de un diseño fundamentado en los siguientes elementos constructivos: una estructura ligera de andamios revestida con paneles de madera MDF  como soporte vertical principal y una serie de elementos horizontales de madera de pino que resuelven las necesidades expositivas de las piezas de orfebrería y documentos. La utilización de estos dos sistemas principales, iguales constructivamente en todas las sedes pero diferentes en su disposición, permite una lectura clara de la identidad del diseño a la vez que da lugar a espacios diversos adaptados a los condicionantes morfológicos de cada uno de los edificios.